Víctor Jiménez Ures: ¡Caracas volverá a brillar! #Ccs453

Víctor Jiménez Ures: ¡Caracas volverá a brillar! #Ccs453

Finalmente llegó el tan proyectado futuro que muchos habíamos imaginado con ilusión hacía ya 10 años, cuando el Instituto Metropolitano de Urbanismo Taller Caracas, coordinado por la Urbanista Zulma Bolívar, publicó el proyecto “Avances del Plan Estratégico Caracas Metropolitana 2020”, que para muchos (incluyendo a quien suscribe) se convirtió en referencia obligatoria para soñar con una Caracas humana, bonita y amable; una ciudad que valiese la pena, un centro urbano que invitase a vivir y a disfrutar.

Pero el futuro resultó ser una distopía. La pandemia es bastante mala para la economía, es verdad, pero sucede que antes de la coyuntura sanitaria provocada por el Virus Chino, Venezuela entera ya estaba siendo azotada por el chavismo, que, en la práctica, es un virus muchísimo más peligroso para la sociedad que cualquier enfermedad conocida. Décadas de corrupción inmisericorde e impúdica lanzaron a la capital venezolana por una espiral catastrófica que no hace falta detallar, porque está a la vista de todos. Hoy por hoy, Caracas no es ni la sombra de lo que fue, o lo que pudo llegar a ser.

Como caraqueño de nacimiento y crianza me duele mi ciudad ¿Cómo no? Pero lo cierto es que a Caracas la tienen “consentida” por tratarse de la capital de la República, y además el epicentro de una estructura centralista que hace años dejó atrás el concepto de federación. Caracas está fea, sucia, ahaja, descuidada y marchita, eso es innegable, pero “al menos” tiene agua cada 15 días, la energía eléctrica “casi” no se le va, y el internet (el más lento de Latinoamérica) es más o menos constante.





Quejarse de la situación de Caracas sin mostrar un mínimo de empatía y comprensión por el resto de nuestro país es miope y además egoísta. Si Caracas está mal, el interior está peor, y eso no debemos olvidarlo. Nuestras regiones agrícolas, petroleras, industriales y turísticas, sufren un injustificable abandono que sabe a enseñamiento y huele a sadismo. Si Caracas está mal, el resto del país está peor, mucho peor; y eso a pesar de que son las regiones del interior las principales generadoras de riqueza en nuestra Nación.

Hoy por hoy nuestro país y su capital sufren un atraso abismal y francamente difícil de superar si asumimos el reto desde una óptica reconstructiva. Acá todo está enfermo, opaco, viciado y gris; y puede que todavía nos falte descender un poco más… ¿No han notado que, a falta de gas, ahora los vendedores informales están comercializando leña? Se viene una deforestación masiva, y no hace falta ser pitoniso para preverlo.

No, sin dudas no se trata de reconstruir al país, sino de volver a empezar, y así debemos enfocarlo de ahora en adelante. Caracas y todo el país necesitan levantarse desde cero, y reinventarse, como todos nosotros, en mayor o menor medida, hemos tenido que hacerlo, forzados por la Pandemia. Es que hasta sus cinco municipios deben darles paso a estructuras organizativas más pequeñas, manejables y realistas. Abogamos por la Municipalización de la capital. Lo único que sí debemos restaurar (Reconstruir no es lo mismo) son los valores morales, que se nos perdieron en las nieblas del tiempo, la política y la carestía.

Hoy Caracas cumple años, y vale la pena comentar que no es la primera vez que se planta su piedra fundacional sobre cenizas; y es que Diego de Lozada la fundó sobre las ruinas de lo construido por Francisco Fajardo. Nuestra ciudad, Caracas, nunca la ha tenido fácil, pero con constancia, disciplina, visión, amor y mucha ilusión siempre ha salido adelante y ha vuelto a surgir.

A Caracas le devolveremos su belleza, y a Venezuela su prestigio. Aunque en materia estructural hayamos perdido tanto, la principal riqueza de las naciones no es el oro, ni el petróleo, ni su infraestructura, sino su gente, y de eso tenemos bastante, y de muy buena calidad. Caracas volverá a brillar.

¡Dios bendiga a Venezuela!

Víctor Jiménez Ures.