Príncipes Harry y William: ¿Por qué la última llamada con su madre aún los atormenta?

Príncipes Harry y William: ¿Por qué la última llamada con su madre aún los atormenta?

Carlos y Diana con los príncipes Harry y William en 1995 (Foto archivo: Shutterstock)

 

En el 23 aniversario de la muerte de la princesa Diana, un triste recuerdo sigue en la cabeza del príncipe William y su hermano, el príncipe Harry: el último llamado telefónico con su madre, Diana de Gales, horas antes del fatal accidente automovilístico en París, en la madrugada del 31 de agosto de 1997.

Por Infobae





Los príncipes William y Harry se emocionaron al recordar la última y breve llamada telefónica con su madre. A esa temprana edad -tenían 15 y 12 años, respectivamente- ambos estaban ansiosos por volver a jugar con sus primos en Balmoral, el retiro escocés de la reina Isabel de Inglaterra donde se encontraban en ese momento. Por ello, casi no hablaron con ella. William aseguró que esa última charla con su madre quedó marcada en su memoria.

“Fue ella la que llamó desde París, no puedo recordar lo que dije […] pero probablemente lamentaré el resto de mi vida que esa llamada fuese tan corta”, contó Harry a la cadena británica ITV para un documental dedicado a Lady Di, que fue emitido en 2017 para conmemorar el 20 aniversario de la muerte de Diana.

“Harry y yo teníamos prisa por despedirnos, para decirle ‘hasta pronto’…, si hubiera sabido lo que iba a pasar, evidentemente habría sido muy indiferente”, precisó William. “Esa llamada sigue clavada en mi mente”, confesó el duque de Cambridge.

William indicó en la entrevista, realizada en su residencia oficial en Londres, que recuerda lo que su madre le dijo, pero eligió no revelar los detalles de la conversación.

“No hay un día en que William y yo no deseemos que ella todavía esté aquí, y nos preguntamos qué clase de madre sería ahora, qué tipo de papel público tendría y qué diferencias estaría haciendo”, expresaba entonces Harry, hoy de 36 años.

La brevedad de la comunicación sigue atormentando a los miembros de la realeza. Lady Di fallecía horas después en París junto con su novio, el multimillonario Dodi al Fayed, mientras los paparazzi los perseguían a toda velocidad.

Su partida causó gran impacto. Justo cuando recuperaba la felicidad al lado del magnate egipcio Dodi al Fayed, de quien se había enamorado semanas antes y con quien estaba viviendo un intenso verano, un fatal y evitable accidente terminaba con la vida de los enamorados. Diana y su novio, casualidades de la vida, huían de los paparazzi, y cuando estaban en el Puente del Almá, su vehículo chocó contra unas de los columnas. Tres horas después, Lady Di fallecía a los 36 años y dejaba al mundo conmocionado. Junto con ella y su pareja falleció también su chofer, Henri Paul. El único sobreviviente fue el guardaespaldas de Al Fayed, Trevor Rees-Jones.

Mucho se ha especulado sobre la trágica noche en París y, casi tres décadas después, no son pocas las voces que aseguran que se trató de una conspiración para terminar con la vida de la madre de William y Harry de Inglaterra, que tantos dolores de cabeza le causaba a Isabel II y a la familia Windsor desde su divorcio del príncipe Carlos, con quien tuvo una relación infeliz durante los quince años que duró su matrimonio.

Sea como sea, su desdichada muerte convirtió a Diana Spencer en un mito. Sin suerte en el amor, Lady Di se ganó el amor de todos cuando su marido, el futuro rey de Inglaterra, la engañó durante todo su matrimonio con Camilla Parker Bowles, dejándola sumida en una tristeza que se reflejaba en sus ojos azules.

23 años después, las cosas han cambiado mucho. Carlos y Camilla, ya duquesa de Cornualles, forman un matrimonio sólido cuyos miembros se muestran enamorados. Sus hijos, que eran tan solo unos niños cuando Diana falleció, se han convertido es dos hombres influyentes con una relación que no atraviesa por su mejor momento. Es que mientras William, casado con Kate Middleton, representa a Inglaterra de modo intachable como heredero de la Corona británica, Harry ha optado por la libertad, y tras su matrimonio con la actriz Meghan Markle y el nacimiento de su primer hijo, Archie, ha renunciado a sus títulos reales y apostando por la felicidad, al irse a vivir con su familia a una mansión en Los Ángeles. Muchos se preguntan si las cosas hubiesen sido así de seguir Lady Di viva.