El secretario de Estado Mike Pompeo denunció el martes un intento de Bielorrusia, dominada por las protestas, de expulsar a los líderes de la oposición y dijo que Estados Unidos estaba considerando nuevas sanciones.
El jefe de la diplomacia de Washington dijo que Estados Unidos estaba “profundamente preocupado” por la acción del lunes contra Maria Kolesnikova, una de las figuras de la oposición más prominentes que aún están en el país, y elogió su “coraje”.
“Estados Unidos, en coordinación con nuestros socios y aliados, está considerando sanciones específicas adicionales para promover la rendición de cuentas de los involucrados en abusos de derechos humanos y represión en Bielorrusia”, dijo en un comunicado.
Los funcionarios fronterizos dijeron que Kolesnikova había estado tratando de huir del país. Pero dos colegas que estaban con ella dijeron que las autoridades habían intentado expulsarla por la fuerza a Ucrania y que rompió su pasaporte y saltó por la ventana de un automóvil para quedarse.
“Recordamos a las autoridades bielorrusas su responsabilidad de garantizar la seguridad de la señora Kolesnikova y de todos los detenidos injustamente”, dijo Pompeo.
“Hacemos un llamado a las autoridades bielorrusas para que pongan fin a la violencia contra su propio pueblo, liberen a todos los que han sido detenidos injustamente, incluido el ciudadano estadounidense Vitali Shkliarov, y entablen un diálogo significativo con representantes genuinos de la sociedad bielorrusa”.
Shkliarov es un analista político con sede en Washington que fue detenido en una visita a su natal Bielorrusia y acusado de ayudar a tramar disturbios masivos, un cargo que niega.
Es un académico invitado en la Universidad de Harvard y trabajó en la campaña presidencial del senador demócrata Bernie Sanders.
La policía de Bielorrusia ha estado intensificando su represión contra la oposición, con más de 600 personas arrestadas el domingo en la última gran protesta de fin de semana contra el hombre fuerte del país Alexander Lukashenko, un aliado de Moscú que enfrenta el mayor desafío a su mandato de 26 años.
AFP