Domingo Alberto Rangel: Hablar claro… si queremos un cambio de gobierno

Domingo Alberto Rangel: Hablar claro… si queremos un cambio de gobierno

Domingo Alberto Rangel @DomingoAlbertoR

En el sector de la diáspora, cabe decir entre quienes viven en el exterior y aún les queda tiempo para dedicarse a la política en época de sobrevivencia, prolifera la opinión equivocada, más bien una creencia, en que otros países nos van a solucionar gratuitamente… lo que nosotros los venezolanos no hemos sido capaces de arreglar.

No son esos compatriotas los únicos equivocados: Por ejemplo los estadounidenses, tan dados a moralizar cuando se trata de aplicar una política más allá de sus fronteras… piensan también desacertados que los principios se aplican por si solos y que todos los países han de acompañarlos cuando ellos lo precisen.

Ambos errores han sido fatales a los fines de cada grupo en cuestión, pero sobre todo impiden estos errores construir en nuestra Venezuela una oposición seria que plantee soluciones genuinas frente a las que desde el empobrecimiento viene ofreciendo, desde hace muchas décadas el socialismo petrolero… y desde luego que también a los desmanes del interinato.





Soluciones que se pondrían en práctica una vez la oposición llegue al poder. Soluciones que el ciudadano debería conocer de antemano en vez de lanzarse a ciegas por el tobogán de la incertidumbre –garantía de fracaso- que es lo que se viene planteando desde que los bolivarianos llegaron al poder a comienzos del siglo.

El panorama demuestra la falta que hace una dirección capaz y a la altura –que no existe ni ha existido en este siglo- y me perdonan los cultores de idioteces tipo “y cuál es su propuesta” o peor aún por lo intolerante y anti democrática “si no piensa ayudar mejor apártese”.

De ese tipo es la última sandez que anda rodando cojitranca y enseñando los hilachos: Consiste en juntar la existencia de unos protocolos firmados en Palermo, que son cantos a la bandera… supuestamente aprobados para acabar con las mafias y sindicatos del crimen internacional… con la manía opositora de proponer referendos a un pueblo que con toda razón lo que pide son soluciones frente al hambre, el desempleo y la precariedad que hoy día son el pan de cada día en lo que hace 6 o 7 décadas fue la economía más próspera de Iberoamérica.

Dejo en paz los pilletes que en vez de enfrentar los genios que en tiempos de pandemia… cuando muchos no asisten ni a las plazas… por temor a terminar contaminados de Covi 19… los dejan rodar… y así tenemos un lote de jubilados que nunca pasaron de las ligas menores… nada menos que para organizar una consulta… tamaño nacional… sin contar prácticamente con nada.

Consulta que tampoco motivaría al ciudadano toda vez que las posibles preguntas terminarían si todo esto no fuese una charada… prolongando el interinato ad eternan… para que los filósofos de la Ilustración que dieron vida a lo que ahora conocemos como democracia… se revuelquen de ira en sus tumbas.

Pero es que consultitas aparte queda un hecho que debe ser ventilado para que el ciudadano opositor sepa dónde está parado… y a dónde lo quieren llevar.

En América, cuando sus intereses realmente estaban peligrando… USA jamás actuó acompañado. Y menos con unos socios tan poco confiables por estar peleados unos con otros… muchas veces sin ningún sentido.

Ya Donald Trump que a contrapelo de las encuestas pienso que puede ganar la reelección fue claro con los interesados en que se nos metan ejércitos a nuestro territorio… es decir Brasil y Colombia… cuando les dijo que una aventura militar conlleva que todo socio ponga su parte.

No era la primera vez en tiempos recientes que USA hacía pedimentos similares, recordemos que cuando Trump insistía en que al presidente de Siria “le quedaba poco tiempo”… después de un bombardeo que la marina de guerra yanqui hizo desde el Mediterráneo… súbitamente los soldados estadounidenses comenzaron a retirarse de aquel escenario.

¿El Motivo?: Simple… los europeos vieron al techo cuando míster Trump pasó cepillo exigiendo la cuota parte a los socios de la OTAN.

Con Colombia sucede algo peor y no es solo la recesión que ya se apodera de la economía del vecino país… lo que pasma al ejército de ese país sino algo estratégico que evidentemente no pasa por la mente de quienes a cada rato piden que nos invadan tropas colombianas.

Apartando los costos que ni Brasil ni Colombia quieren aportar… queda otro hecho que es bueno compartir con la ciudadanía.

Y es la cantidad de guerrillas… paramilitares… y simples bandidos y traficantes… que Colombia tiene en su seno.

Hay dos cosas que todo venezolano debe aprenderse hasta que hayan cambios en nuestro país… y en Colombia: La oligarquía cachaca virreinal siempre nos ha visto desde tiempos de Bolívar como unos pobres que insólitamente últimamente nos enriquecimos merced al petróleo.

Y los gobiernos venezolanos a sabiendas de que los números en algún momento pueden favorecer a los cachacos… siempre ha enviado mensajes a las guerrillas colombianas: “En caso de que nos invadan ustedes recibirán nuestro apoyo logístico… para que lleguen a Bogotá… obligando al ejército invasor… a volver a cruzar el río de regreso a Cúcuta”.

Eso explica muchas cosas desde tiempos de Carababo.

Y no se trata de bajar los ánimos porque luego de las denuncias de la Poleo… de conocerse los candidatos y las planchas… y sumen los efectos de la pandemia… más bajos no pueden estar…

Es que para ir a las próximas elecciones en 2021 es suicida hacerlo con una ciudadanía a la cual se le esconden los asuntos verdaderamente estratégicos.

Y en eso debemos cambiar si queremos un cambio de gobierno.