El plantel del Barcelona tomó una decisión tras el nuevo burofax que puso en jaque a Bartomeu

Josep Maria Bartomeu, presidente del Barcelona (EFE)

 

El pasado domingo, los principales medios de España confirmaron que un burofax firmado por el plantel del Barcelona había llegado a las oficinas del Camp Nou, tal como habían adelantado algunos portales el viernes pasado. El documento buscaba notificar a la comisión directiva que los jugadores del primer equipo rechazaban la reducción salarial del 30% que la dirigencia pretende realizar para apaliar así los 100 millones de euros que perdió el club la temporada pasada debido en gran parte a la crisis provocada por el coronavirus y el parón en la actividad.

Por Infobae





El fin de semana, Catalunya Ràdio reveló que el documento fue firmado por 21 integrantes del plantel, es decir que faltan las firmas de tres futbolistas: Marc André Ter Stegen, Clement Lenglet y Frenkie de Jong. Sin embargo, el diario AS agrega este lunes los nombres de Sergiño Dest y Miralem Pjanic, dos de los refuerzos del último mercado de pases, como otros grandes ausentes en el acompañamiento del escrito.

A su vez, Cadena Ser anticipó que los cuatro capitanes, Leo Messi, Sergio Busquets, Gerard Piqué y Sergi Roberto, han acordado junto con sus compañeros no presentarse en la reunión convocada por Josep Maria Bartomeu para discutir los recortes salariales. Ese meeting será conducido por el Comité de Empresa, que está llevando a cabo la reducción de gastos y que tiene la intención de que haya un representante del vestuario para discutir estas decisiones.

Aparentemente, esa misma comisión está de acuerdo con el plantel en su decisión de no presentarse ya que, según indica AS, “parten de situaciones totalmente distintas, al no tener nada que ver los sueldos que cobran los empleados del club, que representan un 6% del presupuesto total del Barcelona, y los salarios de los futbolistas del primer equipo, que alcanzan casi el 70%”.

Sin embargo, los futbolistas tampoco están dispuestos a presentarse por separado, ya que ellos no consideran al presidente Josep Maria Bartomeu como la autoridad dentro del club para realizar este tipo de modificaciones si se tiene en cuenta que en 15 días podría haber un referéndum para acabar con su mandato al frente de la institución. Esto marca que los futbolistas ya no respetan al presidente ni a la comisión actual y deja clara la grieta que existe en el club.

Es importante recordar que el 7 de octubre la moción de censura contra Bartomeu alcanzó los votos necesarios al acumular un total de 20.687 firmas de socios que apoyaron este pedido de destitución. De este modo, el presidente y su junta directiva serán sometidos a un referéndum en un plazo máximo de 20 días hábiles posteriores a las validaciones de todas las firmas.

Si todo continúa en los carriles que transita la institución actualmente, deberán conseguirse un 66% de los votos en contra de Bartomeu en el referéndum para que sea removido de su cargo. Éste se celebraría el 1 de noviembre, cuatro días antes de que acaben las negociaciones de reducción salarial que lleva adelante la directiva azulgrana.

En plena cuarentena en España, Messi y el resto de sus compañeros anunciaron una reducción de sus ingresos del 70%. En aquel momento, los jugadores emitieron un comunicado explicando el porqué de esa decisión: “Antes que nada, queremos aclarar que nuestra voluntad siempre ha sido aplicar una baja del sueldo que percibimos, porque entendemos perfectamente que se trata de una situación excepcional y somos los primeros que SIEMPRE hemos ayudado al club cuando se nos ha pedido”. Al parecer, ellos comprenden que la situación no es la misma que en ese entonces y por eso no están dispuestos a recortar sus ingresos.

El escándalo de los burofax parece no tener final en el Barcelona. El primero había sido enviado por Lionel Messi para informar que activaba así su cláusula de salida, que finalmente no pudo utilizar, y el segundo fue de Quique Setién, quien tras la asunción de Ronald Koeman, aún no había sido despedido oficialmente, por lo que exigía que la dirigencia lo removiera de su cargo.