Inseminación “post mortem” en parejas: La polémica propuesta de ley que se debate en Portugal

Inseminación “post mortem” en parejas: La polémica propuesta de ley que se debate en Portugal

Inseminación “post mortem” en parejas: La polémica propuesta de ley que se debate en Portugal

 

 

 

El Parlamento de Portugal ha aprobado este viernes tramitar varios proyectos de ley que buscan permitir que se realicen inseminaciones dentro de una pareja después de que el hombre haya fallecido.

La idea es garantizar que el consentimiento que el hombre dio para participar en la inseminación a su compañera no pierda validez tras morir, algo que persiguen hasta cuatro proyectos de ley.

Tres de las propuestas han sido presentadas por el gobernante Partido Socialista, el marxista Bloco de Esquerda y el Partido Comunista Portugués al calor de una cuarta, inscrita en el Parlamento por una iniciativa ciudadana respaldada por unas 95.000 personas.

Todos los proyectos de ley han sido aprobados en la generalidad, un primer trámite que apenas indica que se acepta estudiar y tramitar las normas.

Para que sea definitivo deberá votarse de nuevo en plenario en una fecha aún por determinar, indicaron a Efe fuentes parlamentarias.

Pero a la espera de que ese momento llegue, el debate está abierto y se ha escenificado en el hemiciclo, donde ha estado presente la mujer que inició todo el proceso, Ângela Ferreira.

Ferreira impulsó la iniciativa ciudadana tras saber que no podría realizar la inseminación que había iniciado con su marido después de que éste falleciese a causa del cáncer que padecía en marzo de 2019.

Aunque él había dado todos los consentimientos y el hospital ya tenía su muestra de semen, el proceso no podía avanzar porque la actual ley portuguesa sostiene que “no es lícito que la mujer sea inseminada con semen de fallecido”.

Para la izquierda se trata de una discriminación, puesto que la ley sí prevé que el proceso no tenga ningún obstáculo cuando se trata de material genético de donante anónimo, situación en la que la inseminación se produce sin saber si el hombre está vivo o no.

Para los partidos de la derecha, el PSD y el CDS, que han votado en contra de estos proyectos, la decisión suscita cuestiones morales acerca de la figura del padre.

Según una de las diputadas del PSD, Sandra Pereira, la ley actualmente en vigor “no quiso tratar al donante de la misma forma que trata a un padre. Padre es otra cosa, aporta historia, le da nombre y atribuye derechos patrimoniales, derechos sucesorios”.

Una intervención muy contestada por la bancada socialista, desde donde el diputado Pedro Delgado Alves le ha espetado que “no esperaba una intervención llegada directamente de 1955”.

Más allá del caldeado cruce de argumentos, algunos diputados han admitido que cambiar la ley será complejo, porque deberán encontrarse nuevas fórmulas no solo para dar un consentimiento que se extienda más allá de la muerte, sino para definir un plazo de tiempo para culminar el proceso y un número máximo de intentos de inseminación.

Además, se deberá asegurar los derechos de herencia de aquellos que puedan llegar a nacer de una concepción que tenga lugar con el progenitor ya fallecido.

EFE

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