Siemens Gamesa y Siemens Energy se alían para impulsar el “boom” del hidrógeno verde

Siemens Gamesa y Siemens Energy se alían para impulsar el “boom” del hidrógeno verde

FOTO DE ARCHIVO: Un modelo de un aerogenerador con el logo de Siemens Gamesa se exhibe fuera de la junta general anual de accionistas en Zamudio, España, el 20 de junio de 2017. REUTERS / Vincent West

 

 

Siemens Gamesa y Siemens Energy están desarrollando una turbina eólica marina comercial que produce hidrógeno mediante electrólisis, según indicaron las empresas, en una iniciativa que supone un gran avance para la producción a gran escala de hidrógeno renovable.





Las compañías están invirtiendo 120 millones de euros (146 millones de dólares) para desarrollar el sistema. Los planes, que no han aparecido previamente en ningún medio de comunicación, suponen la iniciativa más concreta de la industria renovable hasta ahora para sacar provecho del auge esperado en la demanda de hidrógeno.

Con la esperanza de adelantarse a sus principales competidores —Vestas y General Electric—, Siemens Gamesa y Siemens Energy están apuntando a los grandes grupos de la industria, incluidas siderúrgicas, refinerías y empresas químicas, como clientes a partir de mediados de la década de 2020.

“En el fondo se trata de desarrollar un producto comercialmente viable”, dijo Christian Bruch, consejero delegado de Siemens Energy, empresa que controla el 67% de Siemens Gamesa, el mayor fabricante de aerogeneradores marinos del mundo.

“No conozco ninguna otra compañía que combine energía eólica, electrólisis y tecnología de alto voltaje ‘offshore’ (de alta mar) en una sola empresa.”

Siemens Energy se separó de su antigua matriz Siemens el año pasado. Alrededor de una sexta parte de toda la electricidad generada a nivel mundial se basa en la tecnología del grupo.

“Tenemos que adaptar completamente la turbina, que ha sido diseñada para la producción de electricidad”, dijo el consejero delegado de Siemens Gamesa, Andreas Nauen.

El esfuerzo conjunto tiene como objetivo integrar completamente la tecnología de electrolizadores, que se necesita para producir hidrógeno, en las turbinas offshore.

“Nos estamos enfocando en nuestra turbina de 14 megavatios, que será nuestro producto central para mediados del 2020”, dijo Nauen.

(Gráfico interactivo: https://graphics.reuters.com/HYDROGEN-EUROPE/nmovaomnqva/)

El hidrógeno verde se crea dividiendo el agua en sus dos componentes mediante el uso de electricidad procedente de fuentes de energía renovable, como la eólica y la solar, en contraposición al hidrógeno gris, una alternativa más barata producida mediante combustibles fósiles.

Según Nauen, los costes de producción de hidrógeno tendrían que reducirse a la mitad en los próximos cinco años.

Aunque la mayoría de los proyectos en todo el continente se encuentran todavía en fase piloto, la UE considera que las inversiones en hidrógeno verde en Europa podrían alcanzar hasta 470.000 millones de euros para 2050 y crear hasta un millón de puestos de trabajo.

Los planes de Siemens Energy y Siemens Gamesa cuentan con el apoyo del Gobierno alemán, que ha destinado un total de 9.000 millones de euros para poner en marcha una industria nacional del hidrógeno con el objetivo de convertirse en un líder mundial en este campo.

Alemania, que limita con el mar del Norte y el Báltico, sería un buen lugar para un primer proyecto comercial, según Nauen.

El consejero delegado de Siemens Gamesa señaló que podría tener un tamaño de 100-200 megavatios, y agregó que, dado que el transporte del hidrógeno generado por los aerogeneradores marinos requerirá de tuberías, en lugar de cables de energía, los eventuales clientes deben estar ubicados cerca de la fuente.

“Los potenciales clientes incluyen industrias en áreas costeras como empresas químicas y de acero”, dijo Nauen.

Empresas industriales como Thyssenkrupp y Salzgitter tienen grandes esperanzas en la tecnología del hidrógeno, ya que les ayudaría a reducir significativamente su huella de carbono.

Sin embargo, según Bruch, las turbinas eólicas marinas capaces de producir hidrógeno siguen siendo solo una de las muchas posibilidades de descarbonizar para eventualmente lograr el salto hacia el cero neto en emisiones.

Reuters