Encuentro Ciudadano: Anzoátegui sin gas mientras la industria se hunde en la desidia

Aunque Venezuela siempre ha ostentado ser el octavo país en el mundo con la mayor cantidad de reservas probadas de gas natural, poco ha servido para cubrir la demanda de la Venezuela de 2021, sepultada en una crisis generalizada. Por tal motivo, el analista político y dirigente William Hernández, presidente regional del partido Encuentro Ciudadano en Anzoátegui tilda tal situación como una “calamidad”.
Las reservas de Venezuela son aproximadamente de 201,5 billones de pies cúbicos, cifras correspondientes al año 2019. Esta cantidad concentrada en gran parte en Anzoátegui, región que posee bajo su tierra la segunda reserva más grande del país.
Los datos de la petrolera indican que en el país funcionan 62 plantas de llenado de gas natural del petróleo (GNP), de un total de 89 plantas. Además, tienen una flota de 400 chutos, 298 cisternas y 2.500 camiones, para el despacho de bombonas a granel, para una atención de 4.200.000 familias al mes aproximadamente. Sin embargo, la planta de fraccionamiento criogénico José, en el estado Anzoátegui, es la única que intenta cubrir la demanda de gas propano del país. Esta planta tiene una capacidad de producción de 220.000 barriles de gas propano diario, pero actualmente produce menos de 12.000.
Aun cuando el complejo es capaz de manejar dichas cantidades de gas, entre 70 y 80% de las comunidades al sur de la entidad no tienen el servicio. Muchos de ellos alcanzan el año sin cocinar con comodidad por esta escasez, de la cual el gobierno tanto regional como nacional no dan respuesta. De este modo, la leña ha tomado protagonismo.
De igual modo los negocios a raíz de la escasez han aumentado la especulación, por lo que el experto precisa que recargar una bombona de Pdvsa Gas se cotiza desde los $5 hasta los $10 una cantidad que muchos ciudadanos no manejan, debido a la depreciación del bolívar ante el dólar.
Hernández explica que “La demanda de gas propano para el año 2019 era de 70.000 barriles, lo que deja solo 25% de producto disponible para el mercado interno. La producción actual de Gas no cubre la demanda nacional y no existe una distribución equilibrada del mismo”.
Por si fuera poco, solo 18% de las familias del estado y del país se beneficia del gas directo, por lo que entre las acciones para mitigar la escasez figura en primer lugar el uso y adquisición de una cocina u hornilla eléctrica (39,3%), y en segundo lugar el uso de leña (33,2%).
Nada en referencia a las acciones gubernamentales hace ver una mejoría, todo lo contrario, la inacción política, la paralización de las plantas y el deterioro de la estatal apuntan a una caída mucho más acelerada y que parece aún no encontrar el fondo.
“La principal industria del país debió realizar las inversiones oportunas en toda su infraestructura para optimizar la producción. La falta de inversión en la infraestructura gasífera aunado a la creciente demanda nacional generó la crisis de producción que hoy atraviesa el país. La demanda del consumo del mercado nacional de gas rebasó las condiciones de producción a las que nunca habíamos llegado. Cuando en el país comenzó a descender.
Los problemas del gas en Venezuela iniciaron desde el momento en el que la petrolera asumió el control del recurso en 2008. Ahora se necesita de una inversión de al menos 250 millardos de dólares que tomarían al menos 8 años para poner operativa la industria, con una inversión anual de 25 millardos y ese dinero no lo tiene ni la empresa ni el Estado.
Aunado a esto las promesas realizadas por los ejecutivos chavistas no se cumplieron, las inversiones se perdieron y los más afectados fueron los ciudadanos.
“El Complejo Industrial Gran Mariscal de Ayacucho (Cigma), en la población de Güiria, Estado Sucre -cuya placa fundacional se develó el 22 de septiembre de 2006 por parte del fallecido presidente Hugo Chávez y Rafael Ramírez, ministro de Energía y Petróleo- nunca se cristalizó. La inversión fue de 13 millardos de dólares. Entre sus objetivos destacaba la atención de los estados Nueva Esparta, Anzoátegui y Monagas, luego el Gas se incorporaría a la red de abastecimiento nacional e internacional, con miras a un mercado enfocado hacia América del Sur. Este gas iría al consumo doméstico y especialmente al sector industrial (petroquímico, eléctrico y siderúrgico), Todos los proyectos que se destinaron para la producción y exploración de hidrocarburos en el país fueron muy ambiciosos en sus objetivos a largo plazo, el proyecto Mariscal Sucre pretendía generar una producción diaria de 400 millones de pies cúbicos de gas diario mientras que Cardón IV pretendía generar 1.600 millones de pies cúbicos para el año PARA ESTE 2021”, comentó Hernández.
Ahora Willian Hernández puntualiza que la meta del chavismo lejos de arreglar los daños se está enfocando en soluciones momentáneas, mientras que el problema base sigue creciendo.
Nota de prensa