¿Sirven los toques de queda para frenar los contagios por coronavirus?

Un empleado cierra un restaurante en Niza, sureste de Francia, el 24 de octubre de 2020, antes de que entre en vigor un toque de queda nocturno por el virus. Foto: AFP

 

Ante el rebrote de casos y la amenaza de una nueva variante supercontagiosa que podría acelerar la pandemia, Francia impuso un draconiano toque de queda desde las 6 de la mañana hasta las 6 de la tarde. Durante 12 horas diarias, los franceses de todo el país están confinados puertas adentro, y todos los negocios deben permanecer cerrados.

Por La Nación





Restricciones similares rigen en Quebec desde principios de enero, donde rige un toque de queda de 20:00 a 05:00 todos los días. Los canadienses están al borde de un ataque de nervios, sobre todo esa mujer a la que se vio sacando a pasear a su novio con correa a las 9 de la noche, argumentando que durante el toque de queda eso estaba permitido, uno de los momentos más pintorescos e inesperados de la pandemia.

La pregunta para los científicos es la siguiente: ¿Las cuarentenas desaceleran la transmisión del virus? Y de ser así, ¿en qué condiciones, y hasta qué punto?

El toque de queda implica que la gente debe permanecer puertas adentro durante determinada cantidad de horas. La medida suele ser de carácter excepcional y se usa para apaciguar la agitación social, durante emergencias sanitarias o después de alguna catástrofe natural.

Pero los toques de queda también han sido utilizados como instrumentos de represión política y racismo sistémico. Hace décadas, en las así llamadas “sundown cities” (“ciudades ocaso”) de Estados Unidos, las personas negras no tenían permitido salir a la calle después de la caída del sol, y muchas veces hasta los desalojaban por la fuerza.

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