Los hoteles y restaurantes de China se preparan para unas vacaciones de Año Nuevo Lunar sin grandes fastos, ya que las restricciones a los viajes y las recomendaciones del Gobierno de quedarse en casa y evitar las grandes reuniones probablemente vayan a asestar un duro golpe al turismo nacional este año.
La semana de vacaciones que comienza el viernes tradicionalmente da inicio a uno de los mayores periodos de gasto de China, superando el billón de yuanes (155.000 millones de dólares, 130.000 millones de euros) en 2019, antes de las restricciones impuestas por el coronavirus, según muestran cifras oficiales.
El endurecimiento de las medidas impuestas ante los recientes brotes en el país amenaza con afectar al transporte y al turismo durante las vacaciones, lo que podría restar hasta 150.000 millones de yuanes (23.000 millones de dólares, unos 20.000 millones de euros) al gasto de los hogares, según CITIC Securities.
Los casos en China han disminuido recientemente desde el pico de mediados de enero, cuando el número diario de casos de COVID-19 transmitidos localmente alcanzó su máximo de más de 10 meses. Reuters