Fundación Simón Bolívar de Citgo se pronunció respecto al informe irreal de la relatora de la ONU

Fundación Simón Bolívar de Citgo se pronunció respecto al informe irreal de la relatora de la ONU

Alena Douhan. Foto: Cortesía.

 

La Fundación Simón Bolívar de Citgo se pronunció este jueves ante el informe irreal de la relatora de la Organización de las Naciones Unidad Alena Douhan en donde niega la crisis humanitaria en Venezuela.

A continuación, el comunicado.

La Fundación Simón Bolívar (Fundación), fundación privada 501(c)(3) de CITGO Petroleum Corporation (CITGO), mantiene altos estándares de gobernanza corporativa y ética. Con estos estándares en mente, deseamos ofrecer información sobre nuestros programas de subvenciones en Venezuela y aclarar algunas de las afirmaciones erróneas emitidas por las Relatora Especial de las Naciones Unidas (ONU), en el informe preliminar de fecha 12 de febrero de 2021.

En el informe preliminar se hace una afirmación con respecto a 53 pacientes trasplantados, cuyos detalles son desconocidos por nosotros y no parecen estar apoyados en hechos.

Desde CITGO y la Fundación Simón Bolívar planteamos este punto con espíritu de transparencia y con el deseo de que nuestras actividades de caridad sean entendidas por completo y de forma precisa. Para nosotros sería un placer poder revisarlos con la Relatora Especial o con el Consejo de Derechos Humanos (CDH) de la ONU.

Más importante aún, esto brinda una oportunidad para crear mayor conciencia sobre la alarmante situación que padecen los niños con enfermedades de alto riesgo en Venezuela. No solo hay cientos de pacientes que requieren trasplantes de órganos cada año, sino miles que necesitan con urgencia tratamientos y exámenes postrasplante de alto costo.

Es importante precisar que en el pasado todas estas enfermedades era posible tratarlas dentro de Venezuela. El profundo deterioro del sistema de salud venezolano ha impulsado la creación de programas dirigidos a apoyar los tratamientos de pacientes en otros países, en lugar de ayudar a mejorar la capacidad para realizar estos tratamientos en Venezuela.

La Fundación Simón Bolívar es una organización privada sin fines de lucro 501(c)(3), registrada en Estados Unidos, que recibe donaciones de CITGO para subvencionar programas de salud, uno de los cuatro pilares dentro del compromiso de la compañía con la responsabilidad social. Tal como fue consultado y establecido con CITGO, el enfoque principal de la Fundación es ayudar a Venezuela en medio de la Emergencia Humanitaria Compleja que atraviesa.

La Fundación ha ayudado y sigue ayudando a niños con una variedad de enfermedades de alto riesgo que requieren tratamientos complejos, incluyendo pero no limitado a, trasplantes de medula ósea, trasplantes de hígado, y cirugías especializadas para tratar enfermedades congénitas del corazón.

En el pasado, específicamente desde 2007 hasta 2018, la Fundación implementó un modelo de ayuda en el que se financiaba a un grupo limitado de pacientes individuales que recibían tratamiento fuera de Venezuela. Recientemente, la Fundación decidió alejarse de este enfoque por un conjunto de razones:

1. Este modelo no crea capacidades para el tratamiento de enfermedades de alto riesgo en Venezuela, sino que financia a unos pocos para acceder a tratamientos fuera de Venezuela.  Esto inherentemente limitaba el impacto de los esfuerzos caritativos de la Fundación a unos pocos y no construía capacidades dentro de Venezuela.

2. Originalmente las subvenciones, que se suponía eran para proveer tratamiento médico para trasplantes o cirugías complejas por 5 a 6 meses, se convirtieron en subvenciones sin plazo definido, con un promedio de 4 a 5 años de ayuda financiera de parte de la Fundación en vista del continuo deterioro del sistema de salud en Venezuela. En algunos casos la Fundación ha extendido la ayuda financiera por mas de 8 años.

3. El promedio de ayuda por paciente era de aproximadamente 100.000 dólares por año, con ciertos pacientes acumulando una ayuda cercana al millón de dólares. La Fundación cubría no solo el tratamiento médico, sino los gastos de estadía y viáticos, algo nada común en este tipo de fundaciones. De nuevo, si bien este apoyo era vital para los individuos beneficiados, la creación de capacidades en Venezuela para tratar estas enfermedades de alto riesgo beneficiaría a un número mucho mayor de venezolanos que lo necesitan.

La Fundación se siente muy honrada de haber podido ayudar a estos pacientes y a sus familias. Sin embargo, en vista de la Emergencia Humanitaria Compleja en Venezuela, la Fundación decidió revisar su misión, para apoyar un modelo que pueda llegar a más personas y más instituciones para poder generar el mayor impacto posible con el presupuesto limitado de la Fundación. Esta visión revisada se basa en el principio de que “el acceso a la atención médica básica sea un derecho humano valorado” no solo para unos cuantos sino para muchos.

Con una misión revisada donde el enfoque está en mejorar la salud de las personas vulnerables afectadas por desastres, conflictos y pobreza, con especial atención a los niños y las madres, dentro y fuera de Venezuela, la Fundación trazó tres objetivos:

– Aumentar el acceso a la medicina, la nutrición y al bienestar de personas y comunidades de bajos ingresos y vulnerables;

– Mejorar la capacidad de los profesionales médicos y cuidadores para servir y tratar a los pacientes, a través de la educación y el apoyo, para volver a construir experticia y capacidad que pueda impactar a un mayor número de pacientes; y

– Aumentar la eficacia de las organizaciones y actores comunitarios empoderándolos para atender las necesidades de salud de las personas más vulnerables en sus comunidades, en particular los niños y las madres.

Con relación a estas enfermedades de alto riesgo y cumpliendo con estos objetivos, la Fundación ha estado evaluando un esquema donde se subvencione y se empodere a instituciones de salud en Venezuela para desarrollar capacidades dentro del personal médico para tratar estas enfermedades y para aumentar el acceso dentro de Venezuela a las medicinas que se requieren para beneficiar a miles de personas necesitadas.  Estamos estableciendo alianzas con organizaciones académicas nacionales e internacionales, y hemos identificado organizaciones capaces de hacerlo no solo para atender a un número reducido de pacientes, sino para promover la construcción de capacidades dentro del país para servir a los miles que necesitan de esta ayuda. Sin embargo, el principal obstáculo que hemos encontrado para implementar este programa se encuentra en las limitaciones que tienen las propias ONG para operar de manera regular y segura dentro de Venezuela.

Con esta nueva misión, la Fundación ha organizado varias rondas de subvenciones, pequeñas y grandes, para apoyar iniciativas que ayuden a mitigar los efectos de la Emergencia Humanitaria Compleja que vive Venezuela desde 2019. Esto le permitió a la Fundación ayudar en 2020 a alrededor de 100.000 personas en Venezuela y refugiados venezolanos, quienes recibieron nutrición, medicina, acceso a atención médica y respuesta al COVID-19. Esto incluyó subvenciones a través de ONG para proveer medicamentos inmunosupresores para pacientes trasplantados que residen en Venezuela. La pandemia del COVID-19 ha resaltado la importancia de desarrollar sistemas de salud fuertes y eficientes dentro del país en vista de las restricciones de viaje.

De igual forma, para la Fundación es fundamental adoptar las mejores prácticas, por lo que todos los acuerdos de subvenciones celebrados con la Fundación requieren que las organizaciones beneficiadas cumplan con todas las leyes establecidas, incluyendo las leyes anticorrupción y antisoborno, las leyes de conflicto de intereses, y otros requisitos relevantes para la actividad benéfica que aplican a Fundaciones como la nuestra que son organizaciones 501 (c) (3) registradas en los Estados Unidos..

En resumen, esperamos haber brindado la información adicional necesaria sobre la importante labor benéfica que lleva a cabo la Fundación para ayudar en medio de la Emergencia Humanitaria Compleja que atraviesa Venezuela, y que esto permita abrir un espacio de diálogo con las Naciones Unidas para impulsar esfuerzos en conjunto que contribuyan al rescate de las capacidades médicas y del sistema de salud en Venezuela.

 

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