Al menos el 60% de los indígenas que se dedicaban al turismo en Venezuela ahora practican la minería

Dos hombres y un niño buscan oro en un río cerca de la mina Las Parcelas en Tumeremo, Venezuela. El uso del mercurio en el proceso ha contaminado muchos ríos como este. Y el atractivo del dinero que se puede ganar en la minería ilegal de oro ha convertido a algunos niños abandonen la escuela para tratar de ganar algún dinero. Ignacio Marin FOR THE MIAMI HERALD

 

 

Desde inicios de la pandemia, en Bolívar cerraron aeropuertos y la frontera. Luego de más de un año y medio, la entidad sigue sufriendo fuertes restricciones que impiden el turismo y obligan a comunidades indígenas de Santa Elena de Uairén a practicar la minería.





José Rivas // Correo del Caroní

La información se dio a conocer en una rueda de prensa de la Cámara de Turismo de Bolívar donde se plantearon los retos que afecta a este importante sector y soluciones para reactivarlo.

La guía de Roraima y directora de la Cámara de Turismo, Odimar López, sostuvo que, aunque abrieron Canaima, la zona de monte Roraima tiene casi dos años sin tener actividad turística. “Es muy grave, afecta a operadores, guías y sobre todo a comunidades indígenas”.

Estima que alrededor de 28 comunidades indígenas han dejado de trabajar en turismo ante el cierre del estado y la escasez de gasolina. “Los indígenas lamentablemente dependen de la minería, se estima que un 60% depende de la actividad minera”, dijo.

De acuerdo con López, el cierre de las fronteras merma el ingreso de turistas extranjeros, los que representan un 80% de los visitantes. “Es lamentable porque ellos (los indígenas) aman el turismo y les gusta prestar ese servicio, pero tienen que comer, ahorita están en las minas porque no hay actividad turística”.

Entre los planteamientos que tienen las comunidades indígenas dedicadas al turismo para reactivar el sector son: vacunación masiva en jornadas de salud, apertura del aeropuerto de Santa Elena de Uairén, reparación de la troncal 10, la cual está en malas condiciones y despacho de gasolina constante. “Allá no llega gasolina, la pasan por trocha, desde Brasil”, lamentó.

La emergencia humanitaria compleja, las restricciones al turismo y la permisibilidad del gobierno para la explotación de oro ha generado que incluso dentro del Parque Nacional Canaima -zona protegida y que está fuera del Arco Minero del Orinoco- se practique la minería.

El presidente del gremio, Gilbert Almarza, señaló que el costo social de la minería es muy alto, tanto para los indígenas como para el territorio y que la cámara está trabajando en la formación de los indígenas adiestrándolos en desarrollo sostenible.

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