Allanaron la casa de un periodista que ayudó a revelar el caso del envenenamiento de Navalny en Rusia

Allanaron la casa de un periodista que ayudó a revelar el caso del envenenamiento de Navalny en Rusia

La policía rusa allanó la casa de un periodista que ayudó a exponer a los envenenadores de Salisbury

 

 

 





Las fuerzas de seguridad rusas registraron el jueves la casa del fundador y jefe de redacción del sitio de investigaciones The Insider, designado como “agente del extranjero” por la justicia, indicaron el interesado y su medio de comunicación.

Según The Insider y la oenegé especializada OVD Info, estos allanamientos tienen lugar desde el jueves por la mañana en el domicilio de Roman Dobrokhotov -donde se encuentran su mujer y sus hijos- y, paralelamente, en el apartamento de sus padres.

“Los registros se realizan sobre la base de acusaciones de cruce ilegal de la frontera. Una vez más, se apoderan de todos los teléfonos y computadoras”, escribió en Twitter el periodista de 38 años.

Según el periódico RBK, existe una causa penal contra Roman Dobrokhotov por el cruce ilegal, entre el 31 de julio y el 1 de agosto de 2021, de la frontera entre Rusia y la región ucraniana de Lugansk.

El sitio web de Dobrokhotov, The Insider, fue declarado en julio “agente del extranjero” por la justicia rusa, un calificativo controvertido que lo somete a procedimientos administrativos engorrosos y le obliga a indicar ese estatuto en toda publicación.

En julio ya se realizaron registros en el domicilio de Roman Dobrokhotov y en el de sus padres por un caso de “difamación” en el que estaba implicado un periodista holandés. La policía confiscó entonces su pasaporte.

Conocido por sus investigaciones sobre el poder, The Insider hizo revelaciones sobre los supuestos envenenamientos de los opositores rusos Alexéi Navalni, y Vladimir Kara Murza y del escritor Dmitri Bikov.

Roman Dobrokhotov participa desde hace tiempo en movimientos de oposición y defensa de los derechos.

Las autoridades rusas no han dejado de aumentar la presión sobre los medios de comunicación independientes y de oposición en los últimos meses, clasificando a la mayoría de ellos y a sus periodistas como “agentes del extranjero”.

Esta ola represiva también está dirigida contra los miembros de la oposición y las oenegés.

AFP