Pedro Antonio De Mendonca: Las clases empezarán en libertad

Él me lleva a su escuela. A lo lejos me la señala y, al verla, siento dolor; aunque no sé si a él le duele tanto como a mí. Entramos, quitándonos el “montarascal” del camino. Seis salones conforman su plantel; ninguno tiene puertas ni pupitres ni pizarras. También se robaron las pocetas y los lavamanos de los baños y hasta el tanque de agua. Tampoco hay cableado; la cerca de alfajor está casi toda desvalijada y una oficina de “defensoría del pueblo” es atendida por murciélagos, que vuelan con cuidado de no tropezarse con un archivo oxidado y una arquería dañada que están en el medio.

Luis es del caserío Paso Real de Agua Verde, en Cazorla, y desde hace más de dos años no ve clases; me cuenta que más nunca vio a su maestra y que su escuela ha sido agarrada para el pastoreo de caballos. Él tiene 12 años y no sabe leer ni escribir. Pero sí sabe hablar. También sabe soñar. Me relata con detalle todo el horror que vive la educación, su educación, en este rincón de la Venezuela profunda y lo que le gustaría estar aprendiendo para ser mejor persona. Él sabe –y yo se lo resalto- que no está bien este abandono y que ya él debería estar aprendiendo incluso idiomas para ser una persona apta para el mundo competitivo que vivimos.

El tirano Nicolás Maduro, en su afán porque la sociedad venezolana le obedezca y legitime, dijo que las clases empezarían el próximo 25 de octubre. Pero todos sabemos que en nuestro país –y menos aún en nuestras zonas rurales- las clases no empezarán porque no se puede. Desde hace muchos años –incluso antes de la pandemia del virus chino- en este país no hay clases. Ninguna condición ha estado dada para ello.





Los recientes reportes científicos han sugerido varias medidas de bioseguridad para tomar en las escuelas, a fin de evitar que estas sean focos de contagios del virus chino. Ninguna de esas condiciones se puede cumplir en la mayoría de nuestros colegios, donde no hay ni agua. Pero los impedimentos para iniciar clases van mucho más allá de normas de bioseguridad; pasan, en primer lugar, porque los educadores, pese a su vocación, no tienen ningún incentivo para trabajar. Su salario es de menos de un dólar al mes, saben que el pénsum que dan es mediocre y no atiende las realidades de sus municipios y del estado, están siendo dirigidos en la mayoría de los casos por directivos y autoridades que no son preparados y muchos de ellos no tienen ni siquiera zapatos para ir a trabajar. En los últimos meses nuestros educadores han emprendido proyectos comerciales, que les dan muchos más ingresos. Como me dijo Verónica, maestra de Camaguán: Con una hamburguesa que venda en una noche me gano lo que me paga el Estado criminal en un mes de sueldo. Los maestros han abandonado sus puestos de trabajo y no hay estadísticas que registren esta situación, pues todas son maquilladas y manejadas con secreto absoluto por Caracas y La Habana.

Pero es que, además, ¿dónde van a dar clases? ¿En el suelo? ¿Debajo de la lluvia? Las estadísticas que llevan los mismos maestros dan cuenta que muchos planteles educativos han sido desvalijados, como la escuela de Luis y tantos otros que uno ve incluso en zonas urbanas, e invadidos por familias para vivir. La infraestructura educativa en nuestro estado Guárico está en el suelo y así no se puede enseñar ni la eme con la a. Esto desincentiva cualquier proceso educativo; las últimas estadísticas medianamente serias, además, dan cuenta que la deserción escolar es hoy un problema crónico.

Esta debacle educativa está teniendo peligrosas consecuencias, no solo para el estado Guárico, sino para la nación. Hoy nuestros niños y jóvenes, como Luis, no saben leer ni escribir y están creciendo en entornos donde la educación es vista como un estorbo. Esto, aunado a una discutible formación docente y a la falta de los incentivos a los profesores para hacer su trabajo, configura un cóctel peligroso en un país bajo el yugo de una tiranía que necesita personas sin formación para controlarlas a su antojo. Porque un sistema educativo de calidad forma eso: ciudadanos autónomos, con capacidad de forjarse sus propios criterios y con actitudes y aptitudes positivas para afrontar los desafíos de su entorno y ser agentes de desarrollo.

Es por esto que, definitivamente, las clases solo pueden comenzar en libertad. Las clases son encuentros de formación de ciudadanos libres y competitivos. Jamás habrá educación de calidad mientras Maduro y su régimen continúen en el poder. De manera que nuestra lucha debe seguir siendo por sacarlos desde la raíz. Cuando lo logremos debemos desplegar todo nuestro esfuerzo para atender también las áreas subyacentes a la educación –servicios, salud, infraestructura, agroproducción, acceso a capitales globales- y, concretamente en materia educativa, tendremos que trabajar, entre otras cosas, en lo siguiente:

1. Levantamiento de estadísticas.

2. Municipalización e institucionalización de los pénsums de estudio, del manejo de recursos y de la toma de decisiones.

3. Profesionalización de la educación. Ejecución de un programa de nivelación de profesores, a fin de atender de manera oportuna sus carencias formativas.

4. Adecuación de la infraestructura educativa en todos los niveles.

5. Autonomía y despartidización de nuestras instituciones de educación superior.

6. Despliegue de programas especiales de formación profesional y técnica en áreas prioritarias para nuestra realidad y objetivos guariqueños.

7. Atención a los jubilados del área educativa, en cuanto al pago correcto de lo que se les debe –esto, con la generación de incentivos a la empresa privada- y su incorporación activa al proceso de transformación del sistema educativo.

Solo así podremos hablar de clases en Venezuela. Solo así nuestro estado Guárico podrá enrumbarse por las vías luminosas de la industrialización de nuestros campos y del desarrollo sostenible con la generación de profesionales competentes y aptos para afrontar los desafíos globales. Yo quiero y necesito que esas clases comiencen pronto. Por Luis, por Verónica y por los míos. Tú también, por los tuyos. Nuestra única alternativa hoy es actuar en consecuencia. Rescatemos la libertad.

@PedroDeMendonca

Coordinador estadal de Vente Venezuela en Guárico.