Nicolás Maduro apeló claramente a la ideología, en la tónica de hacer el discurso según el gusto del auditorio, al señalar que el Día Internacional del Trabajador es el día internacional del socialismo; sin embargo, los anuncios que realizó quizás no fueron lo satisfactorios que los dirigentes sindicales chavistas presagiaban, así lo reseñó BANCA Y NEGOCIOS.
Básicamente, el anuncio más concreto fue el de un bono de 10.000 bolívares, equivalentes a 2.227 dólares al cambio oficial, para los trabajadores que se jubilaron entre el 1 de enero de 2018 y el 1 de mayo de este año.
Un cálculo rápido sobre la base de pensionados estimada, según datos oficiales en alrededor de 5.005.000 beneficiarios, indica que esta asignación llegaría a poco más de 1 millón de personas, no muy superior a 20 % del total de la población beneficiada.
Este bono será pagado en tres partes.
En la actualidad, se estima que el número de pensionados se ubica en 5.005.000 personas, según una estimación basada en la data oficial más reciente disponible, mientras que, de acuerdo con los números del propio Nicolás Maduro, entre 2017 y abril de 2018 se pasó de «3.200.000 pensionados a 4.095.023 pensiones».
Sin embargo, este bono único es el más elevado que ha pagado el gobierno desde que existe esta política de compensaciones directas a través del sistema Patria, una estructura montada para subsidiar de manera directa a sectores de la población afectados por las sanciones financieras internacionales, las cuales impiden que el país acuda al mercado financiero global y realizar exportaciones petroleras con normalidad.
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