López Obrador llega a Cuba a culminar su acercamiento político con La Habana

López Obrador llega a Cuba a culminar su acercamiento político con La Habana

Foto de archivo del presidente de México, Andrés Manuel López Obrador. EFE/ Mario Guzmán

 

 

 

 

El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, llega hoy a La Habana en una visita que sobre el papel trata sobre migración, pero que tiene como telón de fondo la culminación de un acercamiento total con Cuba.

La llegada del mandatario a La Habana -para reunirse con su homólogo cubano, Miguel Díaz-Canel- sella una relación que se ha ido estrechando desde su llegada al poder en 2018 y que ha convertido a México en un aliado de la isla en la región, señalaron expertos a Efe.

López Obrador cierra en Cuba su primera gira internacional –que pasó por Guatemala, El Salvador, Honduras y Belice– con la migración como eje principal. Pero su última parada cuenta con un contenido más político que centrado en esta materia, según los analistas.

“En el nivel más profundo se abordará el tema migratorio, pero en el nivel retórico la gira servirá para apuntalar la posición tradicional de México contra el bloqueo”, destaca en entrevista a Efe el historiador cubano-mexicano Rafael Rojas.

Desde sus tiempos como líder opositor, López Obrador se ha mostrado en contra del embargo estadounidense y ha ensalzado la figura de Fidel Castro. Un año antes de su victoria en las urnas, lo calificó como un luchador social “a la altura de Nelson Mandela”.

INTERMEDIACIÓN CON EE.UU.

Los analistas ven como más que previsible que el presidente mexicano reitere su rechazo al embargo durante la visita. Además, cuentan con que insistirá para que EE.UU. rectifique su decisión de no invitar a Cuba, Nicaragua y Venezuela a la Cumbre de las Américas de este junio en Los Ángeles.

“Percibo que el presidente López Obrador quisiera ser el mediador entre EE.UU. y Nicaragua, Venezuela y Cuba”, dijo a Efe María Cristina Rosas, académica en la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).

Durante su llamada con el presidente estadounidense, Joe Biden, la semana pasada, López Obrador insistió en la idea de no excluir a esos tres países. Estados Unidos no les ha extendido una invitación por considerarlos antidemocráticos.

Además, el titular mexicano de Exteriores, Marcelo Ebrard –quien viaja junto al presidente y los secretarios de Defensa y de Marina, Luis Crescencio Sandoval y José Rafael Ojeda Durán– redobló en esa idea durante una visita a Washington esta semana.

Tanto Rosas como Rojas coinciden en que Cuba ha visto en México a un nuevo valedor en el tablero internacional, y que a diferencia de aliados como Venezuela, tiene un mayor poder de interlocución con EE.UU.

REGRESO AL PASADO

México y Cuba mantienen relaciones diplomáticas desde hace casi 120 años. Los vínculos no se han interrumpido -en contraste con gran parte del resto de la región- tras el triunfo de la revolución en 1959 y la crisis de los misiles de 1962.

Ernesto “Che” Guevara, Raúl y Fidel Castro -junto a otros 79- partieron desde México en 1956 en el yate Granma para iniciar la lucha armada que triunfó en enero de 1959 con la caída de la dictadura de Fulgencio Batista.

“(La relación bilateral) no se entiende como lazos históricos entre dos países, sino como lazos históricos entre dos revoluciones”, ahonda Rojas.

En México, durante los 71 años de gobiernos del Partido Revolucionario Institucional (PRI), los vínculos con Cuba formaron parte de una política de Estado cuyo eje central era la independencia con respecto a su vecino, EE.UU.

Esa tradición se quebró en 1999 cuando Ernesto Zedillo (1994-2000) hizo un llamamiento por la democracia en Cuba durante una cumbre de líderes iberoamericanos en el país caribeño. En ese mismo año la entonces canciller mexicana, Rosario Green, recibió a la disidencia en la embajada de La Habana.

El punto más tenso llegó en 2002, cuando el conservador Vicente Fox, del Partido Acción Nacional (PAN), protagonizó el “comes y te vas”, que escaló hasta la expulsión del representante diplomático cubano y la retirada de su embajador en la isla en 2004.

Rosas cree que la postura de López Obrador es un “regreso” a la posición clásica del PRI, partido en el que el mandatario militó de 1976 a 1988.

“Está en esa línea, aunque las razones del espaldarazo (al Gobierno insular) no las veo. Cuba necesita más a México que viceversa”, señala la profesora de la UNAM.

Los dos académicos recuerdan que, pese a su cercanía, ambos países sostienen una relación más “simbólica” y “política” que económica.

De acuerdo con datos de 2019 de la Oficina Nacional de Estadísticas e Información de la isla (ONEI), México está entre los 10 principales socios comerciales de La Habana, pero lejos de Venezuela, China y España, pese a su proximidad y tamaño.

“La pregunta que yo me hago con estos viajes es: ¿qué tanto avanza realmente la agenda bilateral en términos de colaboración?”, sentencia Rojas.

MIGRACIÓN

Una cuestión insoslayable en el encuentro de López Obrador y Díaz-Canel es la migración, en el marco de la actual crisis regional en la que los cubanos supone cada vez una mayor proporción de los que cruzan México rumbo a Estados Unidos.

Según las autoridades cubanas, en lo que va de 2022 México ha retornado a la isla a 975 personas que llegaron de manera irregular a su territorio en 15 operaciones de repatriación.

En los últimos cinco meses, 47.331 cubanos ingresaron irregularmente en el EE.UU. desde México. Solo en febrero la cifra llegó a los 16.557, de acuerdo con los últimos datos oficiales disponibles de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza.

EFE

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