Las decisiones implementadas han permitido el crecimiento del comercio y un repunte de los sectores agrícola, pecuario, turismo, industrial y petrolero. Según lo expresado por algunos voceros empresariales que representan a estos sectores económicos. Las expectativas creadas surgen como alternativa al estancamiento económico que el país ha tenido en los últimos años, con sus consecuencias sociales en el empleo, salarios, caída del consumo y desmejoras en calidad de vida. Estos indicadores sociales demuestran una ligera recuperación sin poder lograr mejores metas, al observarse como el proceso de reactivación económica no ha alcanzado los niveles necesarios, al encontrarse limitados ya que el desmontaje de las trabas que causaron la caída de la economía y sus efectos sociales, no van al necesario ritmo esperado.
Voceros políticos y económicos consideran que las decisiones implementadas están relacionadas a la necesidad de recuperar la economía y mejorar el empleo, cediendo al sector privado algunas de las áreas que habían sido tomadas por el sector público, demostrando la inconveniencia del proceso estatizador responsable de la compleja situación en que nos encontramos.
Este nuevo rumbo implementado como estrategia política, nos indica que la actividad económica privada puede crear soluciones sociales, en la medida que se le den las condiciones para llevar adelante sus propias iniciativas y así lograr desarrollar su capacidad de crecer y producir.
Vicente Brito
Presidente
Red por la defensa al Trabajo, la Propiedad y la Constitución.