El deterioro de la infraestructura venezolana para procesar gas licuado impide aprovechar licencia de EEUU

El deterioro de la infraestructura venezolana para procesar gas licuado impide aprovechar licencia de EEUU

Un trabajador pasa por la refinería de petróleo Petrozuata en el cinturón petrolero del Orinoco en el estado oriental venezolano de Anzoategui, el 13 de febrero de 2001. La compañía petrolera estadounidense ConocoPhillips había solicitado hasta $ 22 mil millones de PDVSA por los contratos incumplidos y la pérdida de ganancias futuras de Hamaca. y proyectos petroleros Petrozuata. REUTERS

 

 

 





 

 

El pasado 7 de julio se renovó la licencia general que autoriza a la empresa estatal Petróleos de Venezuela y al régimen de Nicolás Maduro realizar algunas transacciones para importar gas GLP ( gas licuado de petróleo), para uso doméstico u operaciones industriales, así lo reseñó Banca y Negocios.

El economista e investigador de Cedice, Observatorio de Gasto Público, Raúl Córdoba, opina que es una licencia que no ha generado los efectos esperados, por la complejidad de la infraestructura venezolana para la refinación y distribución del gas licuado del petróleo.

“En Venezuela la infraestructura es la más compleja para la extracción y tratamiento, en comparación con otros países como Colombia o España, que poseen procesos que no requieren de tantos elementos“, detalló.

Añadió que en ese sentido, el país quedó atrás, con problemas para operacionalizar.

NEGOCIACIONES EN PROCESO

Córdoba afirma que, EEUU ha visto la posibilidad de abrir un canal de negociaciones con Venezuela, para establecer nuevas variables. «Aún se están haciendo la categorización de las clausulas que van a privar en esa negociación, porque no queda claro. Estamos hablando de un actor económico fuerte que es el petróleo y es lo que va a generar las bases para que podamos construir mejores resultados, hay mucho en juego», dijo.

“El proceso de flexibilización de EEUU con Venezuela está en negociación y por eso no hemos visto resultados impactantes”, reiteró.

Sin embargo, advirtió que “hay muchos nudos que atar” y el proceso no va a ser tan rápido, porque nuestra operación es compleja y requiere mucha inversión.

Si EEUU levanta mañana las sanciones, habría que resolver problemas de tinte político para estructurar el nuevo contrato que va a regir la materia petrolera, eso puede ser entre 1 y 3 años”. Sin embargo, luego del levantamiento “sí se verán resultados con nivel de inmediatez, porque esas medidas generan restricciones“.

Igualmente, el canal que se ha abierto con Francia, “puede ser interés para el ámbito comercial del petróleo que, mejore el proceso, pero es a largo plazo, ahorita no estamos en la capacidad para establecer contratos con Francia y no tenemos surtidores en Europa, porque requerimos mejoras en la producción y en la tecnificación de los profesionales“, resaltó el economista de Cedice en entrevista para Unión Radio.