Movidos por la necesidad de ayudar en casa, niños venezolanos sustituyen la infancia por el trabajo

Movidos por la necesidad de ayudar en casa, niños venezolanos sustituyen la infancia por el trabajo

Un niños juega con un escudo de cartón que simula el del Capitán América durante una fiesta con disfraces en un sector popular, el 22 de febrero de 2022, en Caracas (Venezuela). EFE/ Miguel Gutiérrez

 

 

 





 

La necesidad frente a la pobreza extrema, donde la alimentación puede sacrificarse y apremia el tratamiento para una enfermedad crónica, son motivos para que algunos hijos estén forzados a contribuir con la carga familiar. El aporte lo hacen explotando algún talento creativo y en casos extremos, se someten a los riesgos de la venta informal en la calle, así lo reseñó LA PRENSA DE LARA.

Cualquier aporte es valioso, incluso siendo bajos en montos porque priva la desesperación por contribuir al hogar y hasta dejar de sentirse una carga más, cuando se trata de casos de pobreza y sin miramientos en hurgar entre los juegos e inocencia infantil. Servir de apoyo a una madre preocupada no tiene precio ni se detienen en sacrificios, con tal de bajar esa presión familiar.

Se quedan cortos en edades y aún forzados por grandes obstáculos sociales por los que han tenido que atravesar, crecen como un ejemplo de superación dando paso a responsabilidades de las que nunca se habían imaginado. Dejar a un lado el control de sus juegos, para comenzar a manejar las necesidades de su hogar.

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Breiler Josué Sarcos Perea es un niño tachirense, que con tan sólo 11 años tuvo la obligación de salir a cantar en las calles de San Cristóbal para ayudar a su madre Belkys Perea, quien lucha sola con sus tres hijos. Él, desde hace cuatro meses se para en el semáforo ubicado frente al supermercado Baratta de la avenida Ferrero Tamayo de San Cristóbal, para mostrar su talento como cantante de rancheras. Siempre le ha gustado la música y unos CD’s que tenía su mamá guardados fueron los detonantes del amor por este arte.

Desde hace un año decidió cantar públicamente y así ser una fuente de ingreso con la que ha tenido éxito. Breiler cuenta que las personas han sido muy receptivas con él y diariamente recoge desde 30 hasta 50 mil pesos destinados para la comida, porque no es suficiente el sueldo de su madre trabajando como empleada doméstica. Aunque quisiera gastarlo todo en lo que él desea, sabe que tiene responsabilidades y aparta un monto para el hogar y el resto lo dispone en artículos personales o útiles de estudio.

Cursa segundo año de bachillerato y además de ser cantante, este niño forma parte de la Banda Aurinegra de la hinchada del club de fútbol Deportivo Táchira. Planifica cada hora del día y sólo puede ir a cantar de 4 a 7 de la noche, dejando a su madre temerosa y rezando para que nada malo le pase.

Padres al tanto

Muchos de estos niños emprendedores han logrado el éxito gracias al apoyo de sus padres. Tal es el caso de Luisanyera Daniela Medina Vergel y Paula Victoria Roa Buitrago, quienes a pesar de que sus expresiones artísticas son de dos mundos diferentes, las une una misma acción: padres y madres comprometidos en el desarrollo de sus hijos.

Más detalles en LA PRENSA DE LARA