El infierno de un pasajero en Cancún: atrapado tres meses en un “cuartito” del aeropuerto

El infierno de un pasajero en Cancún: atrapado tres meses en un “cuartito” del aeropuerto

Filip Roger Zalewski llegó a Cancún el 22 de abril y no salió del aeropuerto.

 

En La Terminal, la película protagonizada por Tom Hanks en 2004, Victor Navorski, un ciudadano de un pequeño país del Este europeo, se ve involuntariamente exiliado en el aeropuerto internacional JFK de Nueva York cuando estalla una guerra civil en su tierra de origen. A raíz del conflicto, el pasaporte de Victor queda anulado y se ve obligado a quedarse en la terminal, ya que no puede pisar suelo estadounidense ni subir a ningún avión.

Por El Clarín





En en la vida real, un ciudadano polaco hace tres meses que está varado en el aeropuerto internacional de Cancún. Filip Roger Zalewski tiene más de 90 días retenido por las autoridades migratorias mexicanas en un cuartito de la Terminal II. Allí sobrevive con hot dogs y bollos de jamón y queso que le da una aerolínea.

Desde el 22 de abril no ve la luz del día porque cuando llegó a México, procedente de Panamá, los agentes de Migración le dijeron que tenía una “alerta migratoria” de 2021, pese a que no tiene antecedentes penales. Su esperanza es que un juez le otorgue la protección de la justicia para ser liberado ya que no quiere regresar a Polonia.

De 38 años y origen polaco, Zalewski se encuentra confinado en el área de control que el Instituto Nacional de Migración (INM) tiene en la Terminal II del Aeropuerto Internacional de Cancún, un espacio en el cual cada día llegan y salen expulsados alrededor de un centenar de personas de distintas partes del mundo.

El polaco, director de la firma Poland Zalewski Consulting, salió de Polonia en 2017, dos años después de la llegada al poder de Andrzej Duda, del partido ultraconservador Ley y Justicia, gobierno que lo persiguió y lo obligó a cerrar su empresa en ese país.

En septiembre de 2020 Zalewski obtuvo su residencia permanente en México, radicándose en Playa del Carmen, Quintana Roo. Ahora se encuentra en el limbo jurídico.

Después de un viaje a Panamá, donde su consultora empresarial tiene representación, funcionarios locales le pidieron que desbloqueara su teléfono celular y su computadora personal para revisar sus mensajes de texto y redes sociales.

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