Veneno de sapo, notas de suicidio y “accidentes”: al menos diez oligarcas rusos han muerto en 2022 en extrañas circunstancias

Veneno de sapo, notas de suicidio y “accidentes”: al menos diez oligarcas rusos han muerto en 2022 en extrañas circunstancias

Vladímir Putin / EFE

 

 

 

Putin no asistirá al funeral de Mihail Gorbachov. Tampoco al de Ravil Maganov, el presidente de la petrolera rusa Lukoil, que murió este jueves tras caer por una ventana del Hospital Clínico Central de Moscú donde estaba ingresado. Citando fuentes de las fuerzas del orden rusas, la agencia de noticias rusa TASS ha descrito el suceso como una “una muerte por suicidio”.

Por 20minutos

Maganov tenía 67 años y se había mostrado en contra de la invasión rusa de Ucrania. Recién iniciada la guerra, Lukoil, la mayor petrolera privada rusa, pidió el cese de las hostilidades y su resolución a través de vías diplomáticas. Seis meses después se ha caído por una ventana.

“Haciendo un llamamiento para que se ponga fin cuanto antes al conflicto armado, expresamos nuestra sincera empatía con todas las víctimas que se ven afectadas por esta tragedia… Apoyamos firmemente un alto el fuego duradero y la resolución de los problemas mediante negociaciones serias y diplomacia”, decía la declaración del consejo de administración de Lukoil.

¿Por qué Maganov estaba ingresado en un hospital? Según los medios de comunicación estatales rusos, que citan una fuente no identificadas, el empresario había sido ingresado en el hospital clínico Central de Moscú por una afección cardíaca y había estado tomando antidepresivos.

Las cámaras de seguridad podrían dar reveladora información, pero, casualmente, se habían apagado para realizar reparaciones. Es lo que asegura Baza, un sitio de noticias ruso con vínculos con la policía. Cuenta The Guardian que esta web sugiere que Maganov podría haber resbalado desde un balcón cuando fumaba.

Era un estrecho colaborador de uno de los fundadores de Lukoil, Vagit Alekperov, un antiguo ministro de petróleo soviético que dimitió de su cargo de director general poco después de que la UE impusiera sanciones por la invasión de Ucrania. Maganov era presidente del consejo de administración de Lukoil desde 2020.

Alexander Subbotin

Pero su “pérdida” no es para esta petrolera la primera del año (del año de la invasión de Putin del territorio ucraniano). El 8 de mayo, Alexander Subbotin, un ex alto directivo de Lukoil, fue encontrado muerto en el sótano de una residencia en Mytishchi, un suburbio al noroeste de Moscú. Los medios rusos contaron que la casa en cuestión era propiedad de un chamán.

Según la agencia TASS, Subbotin había ido para que le dieran un remedio contra la resaca, que incluía veneno de sapo. El relato de esta agencia rusa cuenta que el veneno que el chamán le inyectó, para que vomitara, le provocó fuertes dolores en el pecho. Al día siguiente fue encontrado muerto por un ataque al corazón.

Las de Maganov y Subbotin son unas muertes extrañas, pero más si observamos que ya son diez los oligarcas rusos que han fallecido desde el inicio de la guerra de Ucrania.

Leonid Shulman

En realidad, Shulan murió antes de que los tanques rusos atravesaran la frontera con Ucrania. Alto ejecutivo del gigante energético ruso Gazprom, su cuerpo sin vida se encontró en el baño de una cabaña. Al parecer se había cortado las venas. Había una nota de suicidio en la que decía que no quería ser una “persona discapacitada” o una “carga” para su familia. Según Novaya Gazeta, Shulman se quejaba de un dolor insoportable en la pierna que tenía lesionada.

Alexander Tyulyakov

También era ejecutivo de Gazprom. El 25 de febrero fue encontrado ahorcado en el garaje de una casa de campo cerca de San Petersburgo. Según Novaya Gazeta, la policía encontró una nota de suicidio junto a su cuerpo. Informaciones no contrastadas señalan que el día de antes a Tyulyakov le habían dado una paliza y que Gazprom despidió a los forenses que le practicaban la autopsia.

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