Efecto elefante: qué es y cómo evitar este grave peligro al volante

Persona al volante FOTO: MAZDA MAZDA

 

 

 





Manejar un carro o cualquier vehículo necesita una autorización oficial. Por ello, es necesario conseguir la licencia que autorice a conducir al mismo tiempo que aprendemos las normas o posibles situaciones peligrosas que podemos vivir en esos momentos.

Por La Razón

Conducir un vehículo, así, es una de las mayores responsabilidades que existen. Manejar cualquier tipo de aparato puede suponer, además, un peligro según las acciones que llevemos a cabo por lo que los permisos se vuelven esenciales en este campo.

Así las cosas, el concepto de la seguridad vial es uno de los puntos más importantes en una sociedad. Cada año cientos de personas fallecen, desgraciadamente, en las carreteras de todo el mundo debido a diferentes circunstancias. Entre estas suelen destacar el consumo de alcohol al volante o el exceso de velocidad, algo que los nuevos vehículos tratan controlar con nuevos sistemas aunque el factor humano sigue siendo clave.

Para tratar de reducir todo lo posible las muertes en la carretera se han tomado todo tipo de medidas para acabar con la mayor parte de los accidente.

Carros, motos, camiones y demás se rigen bajo ciertas normas establecidas para tratar de tener una seguridad vial adecuada y que las vidas de los conductores no se encuentren en peligro.

Efecto elefante

Entre todos los accidentes que pueden ocurrir algunos cuentan con gran parte de culpa por parte de los conductores. Por ejemplo, uno de los más conocidos es el “Efecto elefante” que se produce cuando “un pasajero que viaja en el asiento trasero no se abrocha el cinturón de seguridad y se produce un frenazo, este golpea a quien marcha en el asiento delantero con una fuerza que equivale, en función de su peso y velocidad del vehículo, al peso de un paquidermo”.

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