El fútbol, como el deporte en general, trae muchas sorpresas y al mismo sus protagonistas están obligado a hacer sacrificios en busca de sobresalir y ganarse la vida.
Por: El Tiempo
Tal es el caso del portero venezolano José Marrero, quien emigró hace cuatro años el balompié portugués. Estando allá, el mundo se paralizó por la pandemia del Covid-19.
Como es lógico, Marrero no pudo viajar, se quedó en Europa, pasó esos difíciles años en un país desconocido, aunque hizo amigos.
¿La familia? En Venezuela, pero n pudo visitarla y ellos tampoco pudieron coger un avión a ir a territorio luso.
Una vez los números de la pandemia bajaron Marrero intentó ir, pero no pudo. La opción de verse con su familia estaba latente.