Asesinato de los hermanos Montoya a manos de las Faes en Táchira tiene cuatro años impune

Asesinato de los hermanos Montoya a manos de las Faes en Táchira tiene cuatro años impune

 

 

 

 

 

Este martes se cumplen 4 años de la muerte de los hermanos Montoya, asesinados el 22 noviembre de 2018, a las 5:00 de la mañana, por una comisión de más de 30 funcionarios de las Fuerzas de Acciones Especiales (Faes), grupo elite de la Policía Nacional Bolivariana, quienes arribaron a la vivienda de los jóvenes sin una orden judicial.

Anggy Polanco // Corrresponsalía La Patilla

Paula Gabriela Flores González, madre de las víctimas Sixto Savier Montoya Flores, de 18 años, y Yimy Alexander Montoya Flores, de 24 años, recordó que esa madrugada la comisión llegó a la pequeña casa proliferando palabras obscenas, sacaron a toda la familia y dejaron a los dos hermanos.

El hecho ocurrió en el sector de Pericos, en una zona rural de San Cristóbal, donde el grupo familiar residía en tres casas cercanas. “Ellos (Faes) alegaron que venían por una denuncia realizada por el consejo comunal, ya que supuestamente decían que mis hijos eran unos azotes de barrio”, rememoró Paula.

Esa mañana trasladaron a todos los miembros de la familia a un comando policial, incluso a la abuela, y solo dejaron en una de las viviendas a los dos hijos de Paula. A Yimmi lo sacaron desnudo de la casa y luego le proporcionaron un short y una franela, descalzo, lo arrodillaron al frente de la vivienda y, posteriormente, sacaron a sus pequeños hijos de 3 años y 4 años de edad.

Luego a Yimmi lo llevaron frente a la vivienda de su mamá, cercana a la suya, al tiempo que le aplicaban descargas eléctricas. Allí lo arrodillaron junto a Sixto Savier y les pidieron los documentos de identificación.

Cuando la madre de los hermanos se acercó a ver qué sucedía, pues ella estaba en casa de su progenitora -a eso de las 7:30 de la mañana- en el lugar ya estaban funcionarios del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (Cicpc), que le informaron que sus hijos habían sido asesinados y que debía acercarse a la morgue.

Cada uno tenía un tiro en el corazón a quemarropa, relató la madre, quien luego vio en las noticias que las Faes alegaba que había ocurrido un enfrentamiento.

“Cosa totalmente falsa, la Fiscalía 20 lleva el caso, ha estado muy pendiente en estos cuatro años, y esta es la fecha y no han llegado las experticias del supuesto enfrentamiento”, indicó la mamá de los jóvenes.

Tampoco han tenido los estudios de la ropa, pesquisa que realiza el Cicpc, denunció.

En 2020, tras los análisis practicados por la citada fiscalía, dijo Paula, se determinó que no fue un enfrentamiento, por lo que se procede a imputar a los dos funcionarios que le dispararon, pero solo imputaron a uno y al otro no, porque está privado de libertad por otro hecho.

“El expediente que hizo la Faes está viciado y hay muchas cosas erróneas”, comentó. Añadió que los funcionarios actuantes dijeron que a las 5:00 de la mañana los hermanos Montoya estaban en la calle y se “enconcharon” en un rancho, pero da la casualidad que esa era su vivienda.

Denunció que la investigación ha sido retardada, por lo que Paula Gabriela Flores González pide justicia, y exige al fiscal superior del Táchira que tome cartas en el asunto, aunque agradece el apoyo de la Fiscalía 20, que ha sido muy atenta en recibirla.

“Les pido celeridad y esclarecimiento total. Sé que la muerte de mis hijos fue una muerte por encargo, ya que ellos habían tenido problemas con unos vecinos cinco días antes de los hechos, y un vecino plenamente identificado entró a mi vivienda el 17 de noviembre y nos amenazó con armas en mano, junto a otros cinco funcionarios”, expresó Paula.

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