Carlos Ochoa: Maduro pierde la ofensiva

Carlos Ochoa: Maduro pierde la ofensiva

Los dos últimos comunicados del gobierno de Maduro acusan el temor de no avanzar en su intento de “normalización”, la respuesta a la decisión de los Estados Unidos de continuar considerando al gobierno venezolano como una amenaza, repite argumentos usados en el pasado, que no toman en cuenta la actual realidad geopolítica, que inserta a Maduro como un factor importante en el conflicto que mantiene Rusia con occidente por la invasión a Ucrania, un dato que hay que tomar en cuenta para reforzar esta lectura de los acontecimientos es la reciente visita de Nikolái Patrúshev, quien es uno de los hombres de mayor confianza de Putin, pues tienen trayectorias similares, como su paso por la KGB, donde se especializaron en temas de seguridad y espionaje en tiempos de la desaparecida Unión Soviética, ahora con el discurso de la multipolaridad para atacar o defenderse según se entienda, la Rusia de Putin ha ido construyendo una red de alianzas, en donde Irán y Venezuela ocupan un espacio destacado, Rusia apuesta a la globalización del conflicto y en esa política tiene el apoyo del gobierno de Maduro, así que no es un capricho gringo considerar al gobierno de Venezuela como una amenaza para la seguridad de los Estados Unidos, por supuesto que la amenaza en este momento no es militar, pero existen otras modalidades de cooperación con Rusia para alcanzar objetivos en contra no sólo de USA, sino también para debilitar la coalición incluida la OTAN, que respalda la defensa de Ucrania de la agresión de Putin, así que repetir que Venezuela no está jugando esa partida con Rusia no es creíble y cabe repetir con respecto al derecho de pataleo de Maduro, el dicho que afirma que verdugo no pide clemencia.

El otro comunicado de respuesta a la Corte Penal Internacional es un asunto delicado, por lo que se afirma en el documento acerca de la investigación y la actuación del Fiscal Khan, intentar descalificar a la Corte Internacional Penal y transformarse de verdugo en victima es un recurso con poco vuelo, se cae por su propio peso y colocarse al margen de la justicia internacional, si esa es la intención sube el costo político para el gobierno, que se aislaría como Ortega en Nicaragua, reduciendo las opciones de relaciones institucionales con el mundo democrático y aún con los gobiernos afines como Colombia, Brasil, Chile y Argentina, donde el tema de la violación de derechos humanos y crímenes de lesa humanidad tiene una sensibilidad muy alta, por lo sufrido durante las dictaduras militares y las acciones irregulares en contra de lideres, dirigentes populares y políticos, por parte de las fuerzas militares y policiales, la guerrilla y los grupos paramilitares, incluso durante gobiernos aparentemente democráticos.

La interrogante que se presenta en esta coyuntura, es que tanto puede soportar Maduro sin radicalizar y reprimir las muchas protestas que se desarrollan en el país exigiendo mejoras salariales y de servicios públicos, para los cuales no tiene respuestas ni soluciones.





Maduro ha demostrado una fortaleza a lo interno de los factores de poder que lo mantienen al frente, una capacidad de mantener desunida y desorganizada a la oposición política, pero el tema económico devora el poco apoyo popular que le queda y con el frente que acaba de abrir descalificando a la Corte Penal Internacional, sumado a la incapacidad por ofrecer soluciones a la crisis social, se está alineando para una resistencia sin épica ni relato, porque el argumento según el cual las sanciones económicas son las responsables del desastre no se las cree nadie fuera de las filas maduristas, la tragedia de Venezuela tiene responsables, pero no es tiempo de venganza, es hora de soluciones y unión.