Biden usa el derecho de veto por primera vez en su presidencia

ARCHIVO – El presidente de EEUU, Joe Biden, hace declaraciones sobre la situación de del empleo en el país, en la Casa Blanca, en abril de 2021.

 

“Tengo una pluma que puede vetar”. Cuando los demócratas perdieron el control de la Cámara de Representantes, el presidente de Estados Unidos ya dejó claro que no pasaría por el aro de leyes que no compartiese. Con el Senado relativamente controlado, Joe Biden no había necesitado hasta ahora usar la pluma de vetar, pero este lunes se ha estrenado. El asunto vetado no tiene que ver con los impuestos, las armas de fuego, la seguridad social, el aborto, la inmigración u otro de los grandes temas que domina la política estadounidense, sino con los criterios de inversión sostenible, los conocidos como ESG (iniciales en inglés de medioambiente, social y gobernanza).

Por El País 





Los republicanos han declarado la guerra a la inversión sostenible y la han convertido en campo de batalla de la guerra cultural. Muchos de ellos consideran que es una forma de imponer por la puerta de atrás la agenda progresista en temas como la lucha contra el cambio climático o la igualdad de derechos. Por ello, con su mayoría en la Cámara de Representantes y con la ayuda de algún demócrata disidente en el Senado, votaron una resolución para que los gestores de fondos de pensiones no pudieran tener en cuenta los criterios ESG al tomar decisiones sobre sus inversiones, como permite una norma dictada por el Departamento de Trabajo que la oposición quería derogar.

Era una disputa más teórica que práctica. La norma que los republicanos querían anular no obliga a tomar en consideración los criterios de sostenibilidad, sino que simplemente permite hacerlo. Por otro lado, a la hora de asignar activos, los gestores deben guiarse por el beneficio de los partícipes, pero nadie les pide cuentas de sus decisiones. Si creen que las empresas que respetan criterios de sostenibilidad tienen mejor futuro, pueden invertir en ellas. Así que aunque se hubiera anulado la norma del Departamento de Trabajo, el efecto práctico habría sido escaso.

Biden ha devuelto al Congreso sin su aprobación la resolución que le habían enviado para firmar. En el sistema de equilibrios y contrapesos estadounidense, el presidente puede negarse a promulgar una ley o una resolución menor (como en este caso) aprobada por el Congreso.

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