Carlos Ochoa: Construyamos la unidad con la verdad por delante

Carlos Ochoa: Construyamos la unidad con la verdad por delante

En el mito de Prometeo este roba el fuego en el olimpo  para regalarlo a los hombres, en castigo los dioses lo encadenan por toda la eternidad y le envían un águila para que le destroce el hígado todos los días.

 Ese castigo terrible a un ladrón con buenas intenciones se queda corto con el castigo que Maduro infringe a los venezolanos con los prolongados cortes de electricidad que padece el país, el tema es que Maduro no es un Dios griego para castigar con la oscuridad a quienes no hemos robado y más bien somos las víctimas del saqueo de los recursos que en las dos últimas décadas se han destinado supuestamente para blindar el sistema eléctrico, tanto Chávez como Maduro anunciaron, no una ni dos, sino incontables veces la asignación de cantidades mil millonarias de dólares para reconstruir el sistema que amenaza con colapsar ante la advertencia que el 98% de las plantas termoeléctricas están fuera de servicio o a punto de convertirse en chatarra.

Las mentiras apoyadas por millonarias campañas que encubrían la realidad, comenzaron con el cuento de la sequía y el nivel de la hidroeléctrica “Raúl Leoni”, que supongo ahora lleva otro nombre a gusto de los socialistas del siglo XXI, pero que es más conocida como “El Guri”, luego culparon a las pobres iguanas de la oscuridad nacional para pasar a los comandos entrenados por el imperio para sabotear el sistema, hasta una historia de un arma que desde el espacio atentaba contra las instalaciones, en realidad no se van a morir por falta de imaginación para no responsabilizarse por las pésimas condiciones del servicio eléctrico.





Pero todo tiene un limite, no se es pendejo para toda la vida y los venezolanos ya no persiguen las iguanas ni están pendientes del nivel del Guri ni de los ataques del imperio maluco contra los defensores del “mejor sistema eléctrico” que ya estaba ofreciendo llevar nuestro excedente de progreso hasta la Patagonia.

Lo real y concreto es que se cogieron los reales y todas las mentiras se desvanecieron, porque somos por culpa de estos irresponsables uno de los países más vulnerables y a punto de colapsar en materia de producción, distribución y todo el proceso para que el bombillo que usted tiene en su casa encienda y no esté buscando los fósforos para encender una vela para iluminar su hogar.

Pero el colmo del cinismo es reciclar la mentira que vamos a reactivar la industria, cuando sabemos que no hay capacidad para darle un servicio confiable, esto quiere decir que es imposible reactivar nada porque los motores de las fabricas requieren de electricidad y no se genera ni siquiera para la población que es sometida a un racionamiento diario y a continuas fallas que son medio resueltas con las uñas por los trabajadores de Corpoelec que no se dan abasto para atender todas las fallas reportadas.

 Los que hoy gobiernan a Venezuela no tienen soluciones para la crisis eléctrica ni para nada, sus mentiras tienen las patas cortas y ese es su mayor drama, el autoritarismo requiere legitimarse electoralmente pero el peso de la balanza de la realidad no los favorece y por eso trabajan para dividir a una oposición que con las primarias intenta encontrar una estrategia unitaria, que no va a ser única porque los quinta columnas de la cohabitación se esfuerzan en colocarle escollos a la ruta unitaria para favorecer al régimen y continuar con sus negocios.

Ya basta de tanta oscuridad, recordemos que en el Génesis Dios ordenó que se hiciese la luz y vio que era buena, el hágase primero combate la oscuridad, Maduro y sus socios son la oscuridad, comencemos a vencerla desmontando sus mentiras, sus promesas incumplidas, construyendo una unidad con una estrategia de cambio, que responda a los venezolanos con la verdad por delante.