A un año de la masacre de Uvalde, Biden asegura que escuelas de EEUU se han convertido en “campos de matanzas”

A un año de la masacre de Uvalde, Biden pidió al Congreso que restrinja las armas de fuego. (REUTERS)

 

 

 





 

 

El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, afirmó este miércoles en el primer aniversario del tiroteo de Uvalde (Texas) que las escuelas estadounidenses se han convertido en “campos de matanzas”, así lo reseñó INFOBAE.

“Allí en Uvalde, Jill y yo no pudimos evitar pensar que demasiadas escuelas, demasiados lugares cotidianos, se han convertido en campos de matanzas en comunidades de todas partes de Estados Unidos”, expresó el mandatario.

Biden, de pie ante 21 velas -por las víctimas del tiroteo- en la escalera de la Casa Blanca, se refirió al dolor de las familias que perdieron a sus seres queridos, después de que un atacante matara a tiros a 19 estudiantes y dos maestros de la escuela primaria ubicada en Texas.

“Y en cada lugar, escuchamos el mismo mensaje: Haz algo. Por el amor de Dios, por favor, hagan algo”, afirmó Biden al hacer un llamado a los legisladores del país para que tomen medidas de restricción de armas.

El mandatario estadounidense explicó que las políticas actuales no son suficiente para paliar el problemas de las armas en el país norteamericano: “Todavía tenemos que prohibir, en mi opinión, las armas de fuego AR-15 y las armas de asalto. Se han utilizado una y otra vez en asesinatos en masa contra niños y personas inocentes”, reclamó Biden.

“Hoy en día, las armas siguen siendo el asesino número uno de niños en Estados Unidos”, lamentó, explicando que desde Uvalde “el país ha experimentado la asombrosa cantidad de 650 tiroteos masivos” y más de 40.000 muertes relacionadas con la violencia armada.

Consideró que esta situación no acabará antes de que el Congreso aprueba algunas leyes de seguridad de armas “de sentido común” que mantengan las armas de guerra “fuera de nuestras calles y fuera del alcance de personas peligrosas”.

Homenaje a las víctimas

Tras una jornada de luto, amigos y familiares de los fallecidos se reunieron la noche de este miércoles en un acto público para homenajear a quienes perdieron la vida hace un año, un suceso que afectó profundamente al municipio de 15.000 habitantes, la mayoría de origen latino.

Aunque el tono principal fue de recuerdo y de oración, fueron varias las voces que pidieron cambios en las leyes de armas y que recordaron la lucha que han llevado a cabo, en este sentido, los padres de los niños fallecidos durante el último año.

Salvador Ramos, el asaltante, tenía 18 años recién cumplidos y se había comprado por su cumpleaños el rifle automático AR-15 con el que disparó.

En la ceremonia celebrada junto al centro cívico de la localidad de Texas participaron miembros de distintos colectivos, entre ellos dos jóvenes de la organización Newtown Action Alliance, surgida a raíz de otra matanza escolar, la de Sandy Hook de 2012, que dejó un saldo de 26 personas muertas, la mayoría niños de entre seis y siete años.

“Estamos aquí por la conexión que tenemos con lo sucedido”, apuntaron Geneva Whorf y Molly Zatlukal, quienes confesaron estar “tristes y enfadadas” porque sigan produciéndose sucesos así en el país.

Tras liberar decenas de mariposas simbolizando a los 21 fallecidos, un grupo de supervivientes inició un encendido masivo de velas. Lo encabezaban los alumnos que estaban en las dos aulas donde Ramos se encerró, las ya famosas 111 y 112.

Antes de la vigilia, los familiares llevaron a cabo un paseo por los murales que se pintaron hace unos meses en varias paredes de la localidad, con los retratos de los niños

Hay varias investigaciones abiertas sobre lo sucedido. Un informe de un comité de la Cámara de Representantes de Texas encontró que hubo “fallos sistémicos” en la respuesta policial.

La fiscalía del distrito está estudiando si se deben presentar cargos contra los oficiales que esperaron durante más de una hora para irrumpir en el salón de clases y neutralizar a Ramos. También hay abierta una investigación del Departamento de Justicia.

El jefe de la Policía Escolar de Uvalde, Pete Arredondo, fue despedido en agosto, y el superintendente de la Junta Escolar de Uvalde, Hal Harrell, renunció, al igual que el jefe interino de Policía de Uvalde, Mariano Pargas.

Con información de Europa Press y EFE