Policía Óscar Dávila tenía miedo de acabar muerto si hablaba sobre el caso de la niñera

Policía Óscar Dávila tenía miedo de acabar muerto si hablaba sobre el caso de la niñera

El teniente coronel Óscar Dávila era el jefe de la oficina de anticipaciones, desde donde se ordenó el polígrafo y las interceptaciones a Marelbys Meza. Foto: Revista Semana

 

 

El coronel de la Policía colombiana Óscar Dávila, supuestamente involucrado en las interceptaciones telefónicas ilegales a la niñera de una alta funcionaria del Gobierno y quien fue hallado sin vida el viernes, dijo horas antes de morir que no podía hablar del caso porque lo iban a acabar.





Así lo reveló este domingo la periodista Silvia Charry, de la revista Cambio, quien aseguró que habló con el oficial unas dos horas antes de que Dávila fuera hallado muerto en Bogotá.

“Yo no me puedo pronunciar ante eso. Es lo único que yo te puedo decir porque no. Eso sí, me da pena contigo porque, mejor dicho, me acaban”, dijo el Policía al responder a una pregunta de la reportera sobre las supuestas interceptaciones ilegales.

El cuerpo de Dávila fue hallado el viernes por la noche en un vehículo en el barrio de Teusaquillo y las autoridades aún indagan las causas de la muerte, aunque el presidente colombiano, Gustavo Petro, aseguró el sábado que se trató de un suicidio.

La muerte del alto oficial se produjo en momentos en que una indagación judicial busca establecer si hubo irregularidades o abuso de poder en el interrogatorio al que fue sometida en una dependencia presidencial Marelbys Meza, exniñera acusada de robo cuando estaba al servicio de Laura Sarabia, quien hasta hace una semana fue jefa de Gabinete de Petro.

Justamente en la llamada con Charry, Dávila, que era el encargado de garantizar la seguridad de los lugares que visitaba el presidente, respondió con evasivas a las preguntas de la reportera, que confirmó que dos horas después recibió una llamada del oficial que no pudo contestar.

ESCUCHAS ILEGALES

Por el caso de Meza la Fiscalía llamará a interrogatorio y “en algunos casos se llamará a imputación a todos los responsables de estos hechos” que involucran “un presunto hurto” y las “interceptaciones ilegales”.

Según la Fiscalía, el número telefónico de Meza fue intervenido por la Policía usando como fachada una investigación contra el Clan del Golfo, la principal banda criminal del país.

Dávila envió una carta a la Fiscalía en la que expresaba su disponibilidad para ser escuchado en una entrevista o interrogatorio para hablar del caso de Meza.

“Todo lo anterior, en concreto, tiene su génesis en las denuncias y publicaciones presentadas por la revista Semana que tratan sobre el caso de la jefe del Despacho Presidencial, Laura Sarabia, en los que presuntamente vinculan a la Jefatura para la Protección Presidencial”, dice la carta.

Sin embargo, el abogado Miguel Ángel del Río aseguró en su cuenta de Twitter que el teniente coronel Dávila le manifestó esta semana en una reunión que de la Fiscalía lo estaban amenazando.

EFE