El último título de Michael Jordan en la NBA: Engaños, promesa y el festejo menos visto de la historia detrás de escena

El último título de Michael Jordan en la NBA: Engaños, promesa y el festejo menos visto de la historia detrás de escena

Se cumplen 25 años del último título de Jordan en la NBA (Crédito: NBA)

 

 

Se cumplieron 25 años de aquella definición histórica de los Chicago Bulls ante el Utah Jazz en las finales del 98. El tiro ganador después de una temporada odiosa y el desmembramiento de una franquicia exitosa que pudo haber buscado el séptimo anillo.





Por infobae.com

“Yo era más competitivo que nunca porque quería ganar más de lo que ya había ganado”. Esa fue una de las últimas frases de Michael Jordan como jugador de los Chicago Bulls. Sentado frente a decenas de periodistas, el histórico número 23 acababa de ganar el que fue su último título en la NBA. Frente al Utah Jazz, al igual que la temporada anterior, el equipo que lideraba el maestro zen Phil Jackson tuvo su función definitiva.

“Six, yeah”, fue el primer grito de MJ cuando el triple que intentó John Stockton rebotó en el aro y con ese disparo fallido se diluyeron las esperanzas de los locales de estirar la serie a un juego 7. En los seis campeonatos que los Bulls ganaron con Jordan, Scottie Pippen y compañía, nunca llegaron al duelo decisivo para tener que buscar la coronación.

Aquella definición sí se estiró al sexto encuentro cuando todo parecía indicar que Chicago iba a celebrar en el quinto juego al que llegó con ventaja de 3-1. Tal vez, en otra época de Jordan y su equipo, eso no hubiese sucedido. La temporada 1997/1998 fue devastadora para una franquicia que, ya desde antes del comienzo de la actividad, todos sabían que no tenía retorno por las malas relaciones que provocaron el famoso “The Last Dance”.

Fue un año extenuante para Jordan. No tanto por el acoso mediático que sufrió durante el 93 que derivó en su primer retiro tras el primer tricampeonato con los Bulls y la posterior muerte de su padre que lo marcó para siempre. Pero sí lo fue desde lo deportivo por dos motivos centrales: tuvo que hacerse cargo por completo de un equipo que tenía a Pippen fuera por lesión -se operó a propósito entre temporadas para no jugar por la mala relación con la gerencia y luego pidió ser traspasado- y a un Dennis Rodman que le costó aceptar que tenía que dejar sus fragilidades mentales de lado para ayudar a Su Majestad a ganar.

A pesar de un pésimo arranque -de los primeros 15 juegos ganaron ocho-, el número 23 sacó a relucir todo su arsenal y el United Center se convirtió en una fortaleza. Sólo cuatro derrotas en toda la temporada regular sufrió el conjunto. El 10 de enero, tras perderse 35 encuentros, Pippen volvió. Chicago tenía récord de 25-11 y con la vuelta del mejor ladero de todos los tiempos, los Bulls cerraron la campaña con un 62-20 que les dio ventaja de localía en la Conferencia del Este durante los playoffs. En el Oeste, esperaba Utah.

Como lo muestra el documental que tuvo acceso a imágenes inéditas del camino de Jordan hacia su última consagración en la NBA, los vaivenes emocionales de los protagonistas no impidieron ver el engranaje de un equipo que estaba construido para ganar. Fue el final de una dinastía que marcó para siempre al baloncesto y al deporte en los Estados Unidos. Y también en el resto del mundo del deporte.

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