Su hermana y dos de sus sobrinas fueron secuestradas por Hamás: el relato del horror y el chat de despedida

Su hermana y dos de sus sobrinas fueron secuestradas por Hamás: el relato del horror y el chat de despedida

Romina Sholev vive en Israel desde 1989

 

Pasaron más de dos meses del ataque de Hamas en territorio israelí que incluyó una masacre y cientos de secuestrados. Desde el sábado 7 de octubre, Romina Sholev no se puede sacar de la cabeza el último mensaje que recibió de su hermana Karina Engelbert desde su cuarto de seguridad del kibutz Nir Oz. “Están acá, chau”.

Por Infobae





Romina llegó a Israel a los 8 años junto a sus padres. Se fueron de la Argentina en plena hiperinflación de la última etapa del gobierno de Raúl Alfonsín. De ese momento, recuerda que su papá le decía que iban a Medio Oriente “a jugar”. La familia llegó y se instaló en un sitio designado por el gobierno de Israel. La idea es que aprendan el hebreo para poder moverse en el nuevo país que los esperaba.

Narrar el horror
En la actualidad, 34 años después, Romina le brinda su testimonio a Infobae desde el hotel en el que está alojada en Buenos Aires con un castellano con claro acento israelí. “Muchas veces me sale un poco de cordobés, mi tierra natal”, asegura Sholev con una sonrisa nostálgica por su infancia en Argentina.

La nena se convirtió en adolescente y luego en adulta. Y se integró a la sociedad israelí. Se casó con un nacido y criado en Medio Oriente de familia rumana. Juntos tuvieron 4 hijos: de la mayo de 19 años a un bebe de un poco más de 1. “La combinación cultural es muy interesante en Israel. Llegan personas de diferentes partes del mundo y conviven en paz –explica Romina-. Así, yo hago las empanadas con la receta de mi mamá, mi papá hace asado, pero también preparo un cuscús de origen marroquí o algún plato de Europa Oriental”.

Tras finalizar sus estudios, Sholev fue a trabajar como maestra jardinera en la escuela del kibutz de Nir Oz. Se pone mal hasta las lágrimas cuando recuerda a sus alumnos de la comunidad. “Si el ataque hubiera sido un lunes, hubiera sido un desastre peor”, admite la mujer con la voz entrecortada.

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