La increíble historia del hombre más viejo del mundo que fue un fraude y llevaba 30 años muerto en su casa

La increíble historia del hombre más viejo del mundo que fue un fraude y llevaba 30 años muerto en su casa

A Sogen Kato lo iban a premiar como el hombre más viejo del mundo en su cumpleaños 111

 

Todo estaba preparado en Tokio, Japón, para una gran fiesta. Es que se iba a premiar a Sogen Kato como el hombre más viejo del mundo. Era el año 2010 y este anciano había nacido en 1899. Cumplía 111 años y los medios nipones hablaban en la previa de la ceremonia del hombre que había surcado tres siglos.

Por infobae.com





La expectativa era muy grande. Hasta algunos medios habían preparado alguna sorpresa para el anciano Sogen. Nadie entendía lo que sucedería apenas minutos después. Se iba a descubrir casi en vivo por la televisión nacional japonesa uno de los engaños más grandes de ese país. No se hablaría de otra cosa en Tokio por los meses siguientes.

El país de los longevos

Este país asiático es conocido como una de las zonas azules más famosas del mundo (lugares donde los seres humanos logran mayor longevidad) y suelen romperse estos récords de “hombre o mujer más viejo del mundo”. En este caso era especial porque Kato cumplía 111 años. Un hecho inusual, aún en Japón.

Entonces llegó el momento clave en esta historia. Fue cuando los funcionarios de la capital japonesa se acercaron hasta la casa para saludarlo, notaron una actitud nerviosa de la familia. “Hola, vinimos a visitar a Sogen por su cumpleaños. Se convirtió en el hombre más viejo del mundo. Queremos felicitarlo por su logro”, dijeron los dirigentes. La familia siguió en silencio. Se empezaron a mirar nerviosos.

La nieta atendió a las visitas y no los dejó pasar. “Mi abuelo no quiere ver a nadie. Igual le agradecemos el saludo. Le voy a pasar el mensaje”, dijo la mujer mientras titubeaba y le temblaba la mano en la que tenía una taza de té tibio.

Se descubre el engaño

Enseguida los funcionarios se retiraron de la casa y llamaron a la policía. Los oficiales llegaron en minutos, con puntualidad nipona, y descubrieron que la familia Sogen vivía con los restos momificados de Kato. Los huesos del hombre que supuestamente cumplía 111 años estaban sobre su propia cama. Nadie en el barrio había sospechado nada, ni preguntado por el anciano en ningún momento. Habían pasado unos 30 años..

Estudios posteriores sobre los restos de Kato indicaron que el cuerpo era el de un hombre que había muerto tres décadas antes del momento de ser descubierto. Se iniciaba un escándalo mediático de alto impacto en Japón.

Durante todo ese 2010, el gobierno municipal de Tokio había intentado reunirse con Kato. La idea era prepararlo para la fiesta de los 111 años en el que rompería el récord y se convertiría en el hombre más viejo del mundo. Siempre que visitaban la casa, los familiares respondían con evasivas. El anciano nunca estaba disponible. O dormía la siesta o estaba con alguna molestia que le impedía recibir a los funcionarios. Sn embargo, nunca hubo sospechas sobre la situación de Sogen.

Todo estalló el día del cumpleaños del anciano. Allí la policía descubrió un cuerpo momificado, después los estudios confirmaron que se trataba de Kato. El anciano estaba acostado en su cama, en ropa interior y pijama, cubierto con una manta.

Los familiares de Kato intentaron defenderse apenas la policía descubrió el cuerpo en la habitación. La nieta le dijo a la policía que el adulto mayor “se había confinado en su habitación hace más de 30 años y se había convertido en un buda viviente”.

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