En Delta Amacuro abundan los ríos, pero carecen de agua potable desde hace años

En Delta Amacuro abundan los ríos, pero carecen de agua potable desde hace años

En Delta Amacuro abundan los ríos, pero carecen de agua potable desde hace años

 

 

 





A pesar de ser un estado conformado por muchos afluentes de agua provenientes de caños y ríos, sus habitantes padecen por la aguda escasez de este recurso. En el municipio Pedernales, sus residentes son uno de los más afectados al no contar con este servicio, por lo que deben ingeniárselas para abastecerse.

Corresponsalía lapatilla.com

En muchas casas es común observar varios tanques en los que se recoge agua de lluvia que cae desde los techos. En otros casos, deben buscar agua del contaminado río. En la referida localidad, gobiernos anteriores intentaron instalar un sistema de acueductos, pero debido a la corrupción no se ha concretado nada.

Ender Díaz, quien es habitante del municipio Tucupita, pero que conoce muy bien la situación en Pedernales, denunció que el servicio de agua es uno de los peores en esa jurisdicción. Afirma que los pobladores de esta región llevan cerca de 25 años viviendo con agua de lluvia y necesariamente deben tratarla con productos químicos para su consumo.

“Las compañías petroleras han hecho un trabajo de intentar abrir pozos, pozos profundos, pero ha sido infructuoso, ya que el agua que sale tiene una temperatura que excede los 180, 190 grados centígrados. Anteriormente, había una planta de tratamiento, una planta desalinizadora, pero tiene cerca de 20 años que no funciona por desidia”, manifestó Díaz.

 

 

Agregó que las comunidades indígenas que están más alejadas son las más afectadas y ante la carencia del servicio, estos pueblos ancestrales deben tomar agua del río contaminado. Es por ello que las enfermedades gastrointestinales son las más comunes, tales como diarrea y deshidratación.

“Hay pueblos como la comunidad de Guaranoco, Pepaina, La Orqueta y Huacajara, donde no se había visto la salinización del agua, es decir, que el agua del mar entrara a los caños, esto debido a la fuerte sequía. Los indígenas han tenido que cavar profundidades de hasta 15 metros para tratar de obtener agua que después la purifican de manera artesanal”, explicó el ciudadano.

La gobernadora chavista del estado Delta Amacuro, Lizeta Hernández Abchi, está en el cargo desde 2008, pero su gestión ha sido ineficiente y el abandono a las comunidades indígenas es más que evidente. Sus habitantes esperan que pronto pueda cambiar esta situación.