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La presencia de Laura Loomer, una agitadora de extrema derecha conocida por su retórica incendiaria y teorías conspirativas, junto a Donald Trump en los últimos días ha generado inquietud, incluso entre algunos republicanos, sobre la posible influencia que esta polémica figura podría ejercer sobre el expresidente y candidato para los comicios del 5 de noviembre.
Por La Nación
Trump, sin embargo, se desmarcó este viernes de cualquier control sobre Loomer; la describió como un “espíritu libre” y afirmó que, aunque es una partidaria suya, no puede dictarle lo que diga o haga. “Ella tiene opiniones fuertes y habla muy positivamente de la campaña”, dijo en respuesta a las preguntas de los periodistas durante una conferencia de prensa en el sur de California.
En respuesta a las preguntas sobre los comentarios racistas y conspiranoicos de Loomer, Trump dijo que acababa de enterarse por primera vez, y que Loomer era una persona con “opiniones fuertes”.
“Es una persona fuerte. Tiene opiniones fuertes, y no sé lo que dijo, pero eso no depende de mí. Ella es una partidaria”, dijo Trump. “Sí sé que puede haber dicho algo basándome en lo que me estás diciendo, pero no sé lo que dijo, pero iré a echar un vistazo y haré una declaración más tarde”.
Conspiranoica, homofóbica y antisemita
Activista de extrema derecha conocida por su incesante flujo de publicaciones sexistas, homofóbicas, transfóbicas, anti-musulmanas y ocasionalmente antisemitas en redes sociales, así como por sus provocaciones públicas, Loomer se ha hecho un nombre en la última década afirmando sin tapujos que el 11 de septiembre fue “un trabajo interno”, calificando al Islam como “un cáncer”, acusando a la esposa de Ron DeSantis de exagerar su cáncer de mama y alegando que el presidente Joe Biden estaba detrás de un intento de asesinato de Trump en julio.
Loomer estuvo en el centro de la última polémica esta semana ya que, según The New York Times, en los días previos al debate, estaba publicando acusaciones de que los migrantes haitianos habían estado matando y comiendo mascotas en Springfield, Ohio, lo que luego desató uno de los momentos más polémicos del debate presidencial del martes.
Trump repitió esta afirmación infundada y dijo que “se están comiendo las mascotas de las personas que viven allí”, dijo.
Las autoridades de la ciudad luego dijeron a BBC Verify que “no hay informes creíbles” de que esto haya sucedido realmente. Trump dijo que estaba repitiendo afirmaciones que había escuchado en televisión, pero la teoría fue difundida por Loomer un día antes del debate. El lunes, la comentarista e influencer en redes sociales repitió las afirmaciones a sus 1,2 millones de seguidores en X.
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