La comunidad venezolana en el exterior alzó su voz contra la detención de 70 niños por parte del régimen de Nicolás Maduro, a quienes se les acusa de injustamente, por haber exigido sus derechos a la educación y la libertad. Las denuncias han resonado en diversas ciudades del mundo, donde venezolanos y simpatizantes han organizado manifestaciones y campañas de concienciación.
Por lapatilla.com
Desde Suecia, se han compartido mensajes que destacan la importancia de cada vida infantil, enfatizando que “nuestros niños son el futuro de la Venezuela luminosa que vamos a construir unidos”. A su vez, en Bélgica, se ha reiterado que “son niños, no terroristas”, y se ha exigido la liberación inmediata de los menores.
En países como Australia y Nueva Zelanda, la diáspora venezolana ha prometido no rendirse en la lucha por la libertad, representando a cada niño que ha sido víctima de la tiranía. “Juramos que seguimos luchando por el futuro del país”, declararon en una reciente movilización.
Las protestas también han llegado a Estados Unidos, donde en Miami, los venezolanos han expresado su preocupación, afirmando que “Maduro nos quiere arrebatar el futuro del país”. En Barcelona, España, se han escuchado gritos de indignación, afirmando que “pretenden arrebatarnos el futuro de Venezuela”, mientras que en los Países Bajos, se han realizado manifestaciones que demandan la libertad de los 70 niños detenidos.
Venezolanos en Israel también se han sumado a esta causa, calificando la situación como una prueba de la inhumanidad del régimen. “70 niños secuestrados es la prueba de la inhumanidad de este régimen”, denunciaron en un acto de solidaridad.
Las organizaciones de derechos humanos han sido alertadas sobre la situación, instando a la comunidad internacional a intervenir y garantizar el respeto de los derechos de los niños en Venezuela. “Los derechos de nuestros niños no son negociables”, se ha enfatizado en múltiples ocasiones por diferentes grupos de venezolanos en el extranjero.
A medida que la presión aumenta, la diáspora venezolana continúa unida en su lucha por la libertad y el respeto a los derechos humanos, reclamando que el futuro de Venezuela no puede ser secuestrado por un Maduro y su cúpula, quienes ignoran las necesidades más básicas de su población.